#15 #16 al final es una cuestión de perdernos en la semántica. Reforzar y condicionar a veces da lugar a debate.
En algo estamos de acuerdo los cuatro, nosotros tres y la escritora: espacios y tiempos.
Sin embargo y tras haber leído el segundo enlace, comprendo el camino hasta la conclusión pero no lo comparto.
Coincido en que el mecanismo de supervivencia no se pueda reforzar, pero en mi opinión sí se puede reforzar las conductas que devenguen del mismo. Si el perro tiene miedo, muerde por ello y le premias, no creo que estés contracondicionando el miedo con caricias, sino reforzando la mordida con premios.
Guardando las distancias lógicas, un niño pequeño va corriendo y se da un tortazo. Hay dos tipos de padres, los que irán corriendo a ver qué ha pasado, cogerán al niño en brazos y le consolarán mientras el pequeño llora entre alaridos, le hayan pasado algo o no. Otros dejarán que se levante, harán control de daños desde lejos y no darán al accidente más importancia de la que tiene.
Todos vemos caer a niños y comprobamos cuáles se levantan, miran a sus padres y lloran o no, dependiendo de cómo los hayan adiestrado (los niños a los padres, ojo): quiero que me consuele -> lloro.
Los perros fingen emociones constantemente, son maestros del condicionamiento operante y nosotros somos sus pupilos.
Personalmente nunca he visto que reconfortar a un perro sirva de nada ni solucione nada de modo que seguiré empleando lo que sí sé que funciona 100% seguro: eliminar el estímulo y trabajarlo a distancia.