Si deseamos que nuestro gato crezca sano y fuerte debemos garantizarle una buena alimentación; equilibrada y acorde a sus necesidades.
El gato es un carnívoro, en su alimentación son indispensables los nutrientes de origen animal, su metabolismo necesita una gran cantidad de proteínas y grasas procedentes tanto de carne como de pescado.
Tipos de alimentación
Tenemos varias opciones para alimentar a nuestro pequeño felino.
La opción más segura y la que nos asegurará un correcto aporte de todos los nutrientes necesarios es sin duda la alimentación comercial, los productos especialmente formulados para cubrir todas las necesidades gatunas. Sin embargo, tampoco es perjudicial complementar esta dieta con alimentos caseros y ocasionalmente con otros alimentos como sardinas en conserva o embutido cocido.
Tampoco hay que olvidar que muchos gatos ya complementan su dieta de manera natural con pequeñas presas cazadas durante la noche, esto no significa que el alimento que le proporcionamos sea insuficiente, simplemente se debe a un comportamiento natural e instintivo.
Nuestro gato agradecerá una dieta variada ya que son animales exigentes a la hora de comer, pueden rechazar alimentos que no les “huelan” bien o incluso que estén a una temperatura que le resulte desagradable, y por supuesto, de la misma manera, podrían rechazar su pienso preferido simplemente por haberse aburrido de él.
Diferentes tipos de alimentos para gatos
• Alimento seco: Se encuentra en forma de pienso de distintos tamaños y composiciones. Se trata de comida balanceada, excelente opción para una alimentación completa. Otro aspecto interesante es que la textura crujiente ayuda durante la masticación a la eliminación del sarro dental. Con este tipo de dieta, el gato necesitará beber más agua.
• Alimento húmedo: Lo encontramos normalmente enlatado, este tipo de alimento suele ser exitoso aunque no conviene una dieta exclusivamente de latas. Hay que prestar especial atención a la composición o adquirirlas de marcas de confianza. El alimento húmedo suele incrementar el olor del aliento y de las heces del animal, además, éstas presentarán a menudo una consistencia demasiado blanda.
• Alimento casero: Ideal para alternar con el alimento seco elaborado. Podemos alimentar a nuestro gato con carne (asada o cocida y sin huesos) o pescado (cocido y sin espinas) aderezado con algún vegetal, pasta o arroz. Esporádicamente, tampoco es perjudicial alguna sardina en conserva o incluso embutido siempre que sea cocido, como jamón york o pavo.
• Alimento humano: Desaconsejado totalmente. Alimentar a nuestro felino con las sobras de nuestro propio alimento es la peor opción, no sólo no satisfarán sus necesidades, si no que le aportarán un extra de calorías que podrían pasarle factura en el futuro.
Horario de alimentación:
Tan buena opción es marcar un horario de comida y ceñirse a él con convicción, como proporcionar al animal comida disponible en todo momento para que el mismo se autorregule. En este caso, deberemos ir controlando que el gato no empieza a ganar peso, a pesar de que la mayoría de los gatos comen estrictamente lo necesario, hay gatos glotones, dispuestos a comer todo lo que tengan a su alcance.
Si decidimos que nuestro gato siga un horario de alimentación:
* Debe comer 2 o 3 veces al día
* Podemos alternar las ingestas con alimentos secos y húmedos:
1º Mañana: pienso o croquetas secas
2 ºMediodia: lata o comida casera
3 ºNoche: pienso o croquetas secas
Si decidimos que nuestro gato se alimente a su ritmo:
* Debemos proporcionarle diariamente unos 100 gr. de alimento seco, para evitar la descomposición. Esta cantidad es aproximada, dependerá de la edad del animal y de las especificaciones del fabricante.
En cualquier caso, recordar que nuestro gato depende totalmente de nosotros, es nuestra responsabilidad cuidar de su bienestar proporcionándole el alimento apropiado. Una buena alimentación repercutirá positivamente en la propia salud del animal y se reflejará tanto en su aspecto como en su carácter.