Tumor en el útero.
La orden al veterinario ha sido: "ábrela y si no tiene solución que no despierte".
Es una gata "salvaje", con mucho carácter, siempre se quejaba si alguien se movía o si recibía demasiado mimos pero conmigo era diferente. Era la gata de mi difunta abuela, dormía con ella y permaneció con ella hasta que murió para adoptarme a mi como dueño, veíamos los partidos del plus o goltv conmigo, se restregaba contra mi, creo que me quería un montón.
Nos ha costado la vida que se metiera en el porta-gatos.
Estoy jodido
Pd. El sillón sobre el que está era de mi abuela y suyo.