Bueno, pues hoy por fin hemos juntado a los dos gatillos tras saber ayer que el que rescatamos hace un mes no tiene leucemia. Ambos tienen dos meses, así que es normal que estén más juguetones de lo normal, y como es el primer día que se juntan (aunque ya se habían olido o coincidido desde la distancia a través de un transportin), hay que darles a ambos tiempos para adaptarse a la presencia del otro. La cosa es que no sabemos muy bien cuando están jugando y cuando están peleándose, sobre todo por los maullidos del macho, que la gatilla le pega cada paliza al pobre que suenan más a queja que a jugueteo. Según contactos, es normal que al principio estén así y demás, que al principio se dan el coñazo, pero mejor quedarse tranquilos.
Se supone que es mejor guiarse por el lenguaje corporal, pero es que la hembra se eriza de la misma manera que lo hace cuando está jugando con nosotros, que se pone a morder sin apretar mucho y sin sacar mucho las uñas, pero el otro que es más torpón va con la misma cara de pobretón a todos lados y no cambia mucho de normal a jugar. Ambos mantienen el rabo bajado sin llegar a erizarse y echan las orejas para atrás cuando están rebolcándose por el suelo. Comento esto por si puede servir para aclararme.
Obviamente son cachorros, y ya de por sí sin estar juntos cuando no estaban durmiendo no paraban de jugar, así que supongo que esto no es raro. Lo que sí que me intriga es si es normal que alguno de los dos se queje mientras juegan, o si es una queja en sí, o si debería preocuparme de la intensidad con la que lo hagan.
Salu2 y gracias de entrepierna.