Hola a todos, me gustaría saber si alguien del foro, preferiblemente profesional, me puede aclarar lo siguiente:
Hace tres semanas, nuestro perro se encontraba enfermo del estómago, parece ser que había comido viruta de madera o algo por el estilo, no obstante, le llevamos a su veterinario para que descartara envenenamiento y le diera algo para aliviarle. La persona que lo atendió procedió a hacerle una radiografía y constató que aparecía algún tipo de cuerpo extraño en el estómago, por lo que le puso un antibiótico por vía intramuscular y nos dijo que lo lleváramos al día siguiente y al otro para ponerle otras dos dosis más. Aquí empiezan los problemas.
Ese mismo día por la tarde, el perrito estaba mejor, aunque tenía un poco de fiebre, pero estuvo en el campo jugando y andando tranquilamente. Al día siguiente, empezó a cojear de la misma pata donde le habían pinchado. Al llevarlo a que le pusieran la siguiente dosis de antibiótico, la persona que lo trataba, tras ponerle la inyección en la otra pata, se percató de que el perro tenía problemas de movilidad y nos dijo que se trataba de un pinzamiento lumbar que habían visto en la radiografía (la cual, por cierto, no nos dieron cuando se la hicieron) y que se podía quedar paralítico, pero que para estar seguros habría que hacerle una prueba que costaba alrededor de los 2k €. Nos sonó raro y decidimos esperar a ver qué pasaba.
Al día siguiente por la mañana, el perro había perdido la sensibilidad en las dos patas traseras y no podía andar, sólo arrastrarse. En ningún momento presentó signos de dolor de espalda, ni nada parecido, sólo fue perdiendo la sensibilidad en las extremedidades en las que le aplicaron las inyecciones en el mismo orden en el que lo hicieron. Extrañados, se decidió llevar al perro a otra clínica, previa consulta a conocidos que tienen o han tenido mascotas. Curiosamente todos ellos nos dijeron que el veterinario al que llevábamos al perro es conocido popularmente como MATAPERROS, y hay infinidad de casos (no hay día que no nos enteremos de alguno) de burradas que han ocurrido en la misma.
Tras llevarlo al nuevo veterinario, este nos dijo que era posible que las inyecciones se hubieran puesto mal y que probablemente tuviera dañado el nervio femoral. Comenzó a tratarlo y ahora ha mejorado considerablemente, hasta el punto de que ya está comenzando a andar de nuevo poco a poco.
Se interpuso la correspondiente hoja de reclamaciones, a lo que el veterinario contestó que había hablado con la clínica a la que le llevamos ahora y que le había confirmado el tema del pinzamiento, cosa que a nosotros en nigún momento nos han dicho. ¿Se lo ha inventado o se están echando un capote el uno al otro? ¿Nos están engañando los dos?
El primer veterinario ha llegado incluso a afirmar que nosotros llevamos al animal ya en ese estado desde el principio, lo cual es una mentira flagrante, así que no me extrañaría que estuviera mintiendo en esto también.