Me quedo con un par de frases del primer artículo:
"This leads to the bizarre situation that at the same time you pay the game company money to be allowed to play their game, plus you pay them money so you don't have to play all that much, but get the reward without the "grind" of playing. It's like first paying to enter a movie theatre, and then paying a second time to see the movie in fast forward instead of at normal speed, so you get to the end faster."
"The day we don't believe any more that the player with the shinier gear and more glamorous fluff is superior, both RMT and microtransactions will just wither and die. It is the relentless pursuit of rewards, the idolatry of purple pixels that got us here, not just company greed. As long as we value virtual rewards more than gameplay, game companies will happily sell us those rewards."
Básicamente, la gente no solo paga cuotas mensuales de juegos terriblemente aburridos, si no que además reconoce esa falta de diversión y decide pagar todavía más para acortar el tedioso camino hasta esos supuestos objetos, que entonces sí, traerán la diversión buscada.
La segunda cita sin embargo es demasiado ingenua. El deseo de ostentación y fama unido a la conformidad apática no es un comportamiento único de los jugadores de mmo si no algo de lo que adolece la sociedad en general... recuerda aquello que comentábamos de la falta de principios.
Pero bueno que me estoy yendo del tema.
Creo que mucha de la gente en contra de las micro transacciones no acaba de salir de ese círculo de tomaduras de pelo que menciono arriba. Me explico:
Un grupo A de jugadores se queja de que lo que a ellos les ha costado duro trabajo otros lo consiguen pagando unos pocos €. Esta situación pone de manifiesto que lo único que el grupo A valora es la recompensa en si, y que el camino hasta ella no es más que eso, duro y tedioso trabajo sin mayor diversión que el saber que se esta más cerca de esa deseada recompensa. Ahora el grupo A se siente estafado, pero no se da cuenta de que lleva siendo estafado desde el primer momento en que el juego le convenció de que la diversión es algo a lo que se aspira, y el camino, un valle de lágrimas.
¿Qué más da que otros consigan esa cota de mallas fosforescente si tu te lo has pasado pipa avanzando por esa mazmorra laberíntica hasta encontrar al rey chocobo? No estoy en contra de las microtrasacciones, estoy en contra de los juegos que fomentan las microtransacciones.
Señores, que no les convenzan. Que un juego sea divertido desde el primer minuto no puede convertirse en una feature, debe ser una obligación.
Y no hace falta mencionar por supuesto, mi NO rotundo a la existencia de objetos, habilidades y otros derivados únicamente disponibles via microtransacciones que puedan suponer una ventaja contra el resto de jugadores. Ahora bien, ositos de peluche de mascota que te sigan y cuenten chistes de Eugenio, todos lo que quieran.