A mi casi me parten la vida el otro día. Iba yo por la autovía tan tranquilo, cuando me pongo a adelantar a un tío con mi Pepi-Burgman 125. Justo en el momento de adelantarlo, a su misma altura, se me pone otro coche a la izquierda, y sin intermis ni mirar ni nada, se pone a cambiarse de carril donde yo estaba. Acto reflejo miro por el retrovisor para ver si puedo frenar, y al ver que llevo un coche detrás pegadete a mi, me dispongo a acelerar a fondo y sobrepasar al que estaba adelantando y salvarme así la vida. Iluso de mi, la Burgman no tira ni a hostias, por lo que el coche que invade mi carril pronto me hará un bocata con el coche que tengo a mi derecha, el cual éste de la derecha, al ver el percal intenta echarse el máximo que puede al arcén, pero la cosa no daba para más.
El capullo que invadió mi carril, al ver que toca con algo (osea yo, que me estaba aplastando con el coche que tenía yo a la derecha), el cabrón mira la situación, y al darse cuenta pega un acelerón y desaparece del asunto.
Al despegarse éste de la izquierda, no sé si fue por efecto muelle o qué, pero mi moto salió disparada del coche de mi derecha. Vamos, que me iba directísimo al suelo, y seguidamente el coche que iba detrás mío iba a aplastarme como si nada. No sé cómo fue la cosa (mi vida ya pasaba por mi mente al ritmo de diapositivas), a la que siento que algo me agarra de mi brazo derecho salvándome la vida a lo plan maestro. Era el del coche de mi derecha.
Al salir de la situación, el joven que me había salvado la vida (de mi edad sería), me hace señas para parar en la próxima salida. Yo pensaba que ya iba a partirme la crisma por todos lados, al haberle rallado y abollado la puerta entera de su flamante CLS. Pero no, el tío lo único que hizo fue preguntarme si estaba bien, si me dolía algo, y solo insistía en cargar la moto en el remolque que llevaba enganchado (llevaba una moto de circuito), y llevarme al hospital para que me vieran y tal.
Yo flipando. El tío se arriesgó a pegarse tal talegazo solo para salvarme a mi, en cuanto le había destrozado el coche (no por culpa mía, pero bueno...), y encima quería llevarme al hospital y todo. Con deciros que no me dejó ni hacer parte para al menos repararle la puerta...
Menos mal que todavía queda gente buena suelta hoyga.