CRITICA DEL DISCO POR THEMETAL CIRCUS
“Realize”
Comienza con un riff que recuerda a la época de ‘Blow Up Your Video’ y un Brian Johnson que usa un toque de reverb en su voz que es reminiscente de aquella época.
Los coros son algo distintos a lo habitual en AC/DC y muy presentes a lo largo del tema, dotándolo de una dimensión más melódica de lo habitual. El riff es activo y constante, empujando sobre manera el tema en los primeros compases y con unas progresiones de acordes que no recuerdan a trabajos recientes como ‘Black Ice’ o ‘Rock Or Bust’.
El solo es uno de esos rasgueos de Angus con más rabia que precisión, muy propio de lo aparecido en algunas canciones de ‘Black Ice’. No es el mejor inicio, considerando lo que hay más adelante, pero es digno.
“Rejection”
Un tema de connotaciones algo más bluesies en el riff, con un Brian Johnson que trabaja en algunos registros comedidos, a la altura de un tipo que acaba de cumplir 73 años. La presencia de los coros vuelve a ser importante, incluyendo unos “uhhh” en respuesta al estribillo que no terminan de quedar bien ubicados pero que le dan un aire semi-soul al estribillo.
Es evidente que Phil Rudd está tras las pistas de batería, del mismo modo que en ‘Rock Or Bust’. Su milésima de retraso sobre el riff de Angus y Stevie Young es difícilmente imitable y le da a los temas la cadencia necesaria. Se hace complicado ver cómo habría podido casar el sonido más preciosista de Chris Slade en un disco como este. Le falta algo más de garra y protagonismo de Angus, pero es muy correcto.
“Shot In The Dark”
A estas alturas ya conocido por todos como primer single del disco, “Shot In The Dark” es un tema que reúne muchos de los tics de AC/DC y que lo hace inmediatamente familiar: el riff que se sincopa con la batería, el estribillo con coros respondidos por Brian Johnson, el uso de algunas palabras fetiche en la letra (“make it alright”, “electric spark”, “rolling thunder truck”… les ha faltado “dynamo”, otro gran clásico), el solo breve pero incendiario de Angus, ese lick inicial sin púa, con Angus pellizcando las cuerdas cual intro de “Stiff Upper Lip”… todo en esta canción es terreno inmediatamente familiar.
“Through The Mists Of Time”
Un inicio a contratiempo entre la batería de Phil Rudd y la guitarra de Angus Young da paso a uno de los temas más melódicos del disco, con coros muy galvanizadores. Un tema repleto de buen rollo, algo inusual en su estructura melódica y, sin duda, muy lejos de la agresividad protometal de discos como ‘Let There Be Rock’ o el sarcasmo oscuro de ‘Powerage’ que proporcionaba el estilo lírico de Bon Scott.
Los coros son cercanos a los de “Thunderstruck” y aunque se abusa un poco de ellos hasta el punto de hacerlos cheesy, terminan casando bien con el riff enérgico de Angus.
“Kick You When You’re Down”
Otro tema con un inicio que que no terminas de ubicar en ningún otro punto del catálogo de AC/DC. Da la sensación de que una buena parte del disco está compuesto con fragmentos de unas y otras composiciones ensamblados para conseguir un producto lo más reminiscente a un disco de AC/DC, pero que las canciones no son específicamente obras completas desde su origen.
En este caso, los versos y el estribillo parecen sacados de dos composiciones distintas. Pasa sin pena ni gloria, aunque su ritmo four-on-the-floor de Rudd y la cadencia vacilona del mismo tienen su encanto.
“Witch’s Spell”
Nuevamente, territorio familiar, al estilo de “Shot In The Dark”. Melodía inicial con Angus pellizcando cuerdas, riff que deja espacio a la batería para respirar y arpegios de Stevie Young que recuerdan mucho a los de Malcolm Young. El estribillo es adictivo y, sin duda, uno de los mejores del disco.
“Demon Fire”
Un tema rápido con un riff serpenteante y malicioso que puede recordar ligeramente al material de ‘Ballbreaker’. En el departamento vocal, Brian alterna su voz más grave y bluesy en los breaks con los tonos medianos en el resto de la canción. Él solo es salvaje y el estribillo es otro buen trabajo melódico. Se engancha y da ganas de repetir. Junto con “Shot In The Dark” y “Witch’s Spell” tiene pinta de ser una de las canciones que la banda podría incorporar al set list de directo -si es que alguna vez vuelve a haber conciertos-.
“Wild Reputation”
Comienza con una linea de bajo de Cliff Williams a la que pronto se suma un lick muy resultón de Angus y un Brian Johnson muy acertado en su interpretación.
El riff está doblado entre Angus y Stevie y es más intrincado que otros de los que podemos ver en el disco. Sin estar a la altura de ninguno de los grandes discos de la banda, ‘Wild Reputation’ está a la altura de lo aparecido en trabajos de los últimos veinte años de la banda. Canciones que mantienen el tono general, el sonido identificable de la banda y que, aunque no pasarán a la historia, permiten evidenciar la buena salud de la banda.
“No Man’s Land”
Un riff algo épico para empezar -casi cercano al sonido de la gaita de “It’s A Long Way to The Top”-, quizá en homenaje a su Escocia natal. Los versos discurren sobre un arpegio a lo “Hell’s Bells” sin ser tan oscuros en su tonalidad. La banda suena compenetrada, a diferencia de los primeros temas del disco que daban la impresión de ser pastiches ensamblados a partir de distintas ideas.
Si algo se puede echar en falta en este disco -y en la mayoría de trabajos de las últimas dos décadas- es el uso de riffs machacones y efectivos como puede ser el de “High Voltage”. Esos riffs, cargados de boogie, eran parte integral del sonido de la banda y ahora no se adivinan por ninguna parte.
“System Down”
Un riff algo más enrevesado -de esos que eran marca de la casa y donde se entrecruzaban las cuerdas de Angus y Malcolm- es el protagonista de este “System Down”, así como uno de esos pequeños crescendos de toms que conducen al estribillo y que se echaban de menos (pensad en los segundos previos al estribillo de “Highway To Hell” mismamente). El solo es nuevamente acertado y lleno de vitalidad. Una segunda mitad del disco que contiene mejores temas que la primera, sin duda.
“Money Shot”
Otro tema que nos acerca a la época de ‘Blow Up Your Video’ o ‘The Razor’s Edge’, con cierta distancia. Los matices en el sonido de AC/DC son sutiles y a veces se pueden ubicar en un época determinada por los acordes que emplean en los versos o por las melodías vocales que emplea Brian Johnson. Evidentemente, todo suena a AC/DC, porque el subyacente es siempre el mismo y ninguna combinación de guitarras suena como la de Malcolm / Stevie y la de Angus.
“Money Shot” contiene un buen estribillo. La mayoría, en general, lejos de la cierta mediocridad que abundaba en ‘Rock Or Bust’ en ese campo. Y sorprendentemente, el final incluye una bienvenida bulla marca de la casa -todos solían acabar con una nota de Angus que se desvanece sobre la vibración de las cuerdas de la guitarra rítmica decayendo. Este no. Este acaba como está mandado en un tema de AC/DC.
“Code Red”
Un tema algo más flojo, con un riff rocoso y serpenteante de nuevo y unas buenas líneas vocales pero al que le falta algo. Un medio tiempo que tampoco aporta nada a la ecuación final del disco. Piensa en algo al estilo de “Night Of The Long Knives” de ‘For Those About To Rock’: ni chicha ni limoná, pero suena a AC/DC y eso es suficiente.
Fuente:https://www.themetalcircus.com/discos/critica-acdc-power-up/?fbclid=IwAR2ygtXVT0UBtDL3RyvssMyiVvUYm-GYLBOc5_SoSh0fIu0xcEX7E72yVpM