Como #1 habla de sensaciones voy a poner las mías. Aviso de antemano que no son agradables, pero como un foro libre pues me tomo dicha libertad.
La música de semana santa no me transmite absolutamente nada, de hecho me molesta. Es una suma de instumentos agudos que consiguen que mis oídos revienten cuando las ondas de sonido hacen vibrar mi tímpano. Me pone nervioso. Me transmite de todo menos tranquilidad. No es porque no me guste la semana santa, que también, sino el tipo de música. El reggae no me gusta pero la soporto sin problemas.
Es por todos conocida la afición de los "canis" (los Sevillanos al menos) por esta música. La ponen a todas horas en sus móviles, esté en una parada de bus, en el propio bus, en el metro o haciéndose una manola al son de los tambores. Podríamos entrar a hablar de los remixes dance pero en fin, mejor lo dejamos. ¿Se supone que tiene que gustarme y por eso la "compartes" conmigo? ¿Tan raro es que odie esta música? ¿Soy el único sobre la faz de la tierra?
En mi parque algunas noches se ponen 3 chavales a tocar la puta corneta de los huevos. Aparte de molestar y de entrarme ganas de coger la M4 S-System de airsoft y liarme a bolazos hasta quedarme solo, juro que he tratado de escuchar y "comprender" la música de Semana Santa. De hecho me gusta mucho la música y por ello no me cierro en banda a nada, pero joder, con esto no puedo.
De verdad, NO ENTIENDO que a alguien le pueda apasionar esta música, de hecho no soy capaz de distinguir unas "marchas" (o, a mi entender, ruidos) de otras.
Ale, podéis ponerme de ignorante para arriba, pero yo ya me he desahogado.
No va con ánimo de ofender, ni mucho menos, símplemente trato de plasmar lo que siento al oir esta música. A ver si alguien al que realmente le apasione esto tiene el gusto de explicarme qué le encuentra a este estilo xD
#4 Me va desde rock, metal, punk etc hasta jazz y blues.
Yo no digo que tú en una determinada circunstancia, como llevar un paso encima, no puedas sentir una marcha muy profundamente, todo lo contrario, pero de ahí a escucharla por la calle... Llevar un paso es un esfuerzo ante el cual me quito el sombrero ya que hay que ser muy devoto y sentir mucho eso, aunque yo no entienda que alguien se deslome por llevar un trozo de madera por la calle, pero es que esa música...
Luego están las saetas, que son para echar a comer aparte.