Las empresas neozelandesas tendrán que dar 10 días de vacaciones adicionales remuneradas a las víctimas de violencia doméstica
Nueva Zelanda acaba de aprobar una ley pionera en materia de violencia doméstica. El país situado en el continente oceánico obligará a las empresas a dar 10 días de vacaciones extras y pagadas a las personas víctimas de violencia doméstica. Eso sí, la norma se aprobó con una gran falta de consenso, 63 votos a favor por 57 en contra.
La oposición a esta legislación alegó que esta medida disparará los costes para las pequeñas y medianas empresas y que hará más difícil la empleabilidad de las víctimas de este tipo de violencia. Más teniendo en cuenta que Nueva Zelanda tiene una de las tasas más altas de violencia doméstica del mundo. Según datos oficiales, la policía registra un incidente de violencia familiar cada cuatro minutos. Por tanto, esta medida costará entre 4.100 y 7.000 millones de dólares.
La nueva normativa entrará en vigor el 1 de enero de 2019 y establece que cada persona que experimente violencia doméstica tendrá derecho a 10 días de permiso de trabajo pagados, siguiendo los estándares de las prestaciones por bajas de enfermedad. Según adelanta ‘The Guardian’, las víctimas no tendrán que presentar una prueba de sus circunstancias y además tendrán prioridad si quieren pedir un traslado a otra sede de la compañía.
La portavoz de la organización benéfica Shine, Acebo Carrington, asegura que esto “establece una referencia sólida” y que ayudará a los empleadores a tener un personal más “valioso y que mejora su productividad”. Por otra parte, el Gobierno ha habilitado un fondo de 80 millones de dólares adicionales para está medida, pero creen que se necesitarán más recursos.
Australia ya aprobó en marzo una ley similar a través de la cual las víctimas de violencia doméstica pueden disponer de cinco días extra de vacaciones, aunque sin remunerar.
Fuente: https://elduendelibre.com/2018/07/26/nueva-zelanda-vacaciones-victimas-violencia-domestica/
Un gran paso para dificultar la empleabilidad de las personas maltratadas. Además del agravario comparativo que tendrá cualquier otra víctima de violencia.
Políticos haciendo cosas de políticos.