12 horas en el 'circo del odio' de TV3: cuando España es como Japón
TV3 es la joya de la corona del nacionalismo. Sin ella, el independentismo vería seriamente dañada su capacidad de adoctrinamiento.
No hace falta ser un lince de la sociología para deducir que el orgullo de país del denominado pueblo catalán, es decir, de ese 40% de los ciudadanos catalanes que votan independentismo, descansa sobre tres pilares. El primero, la lengua. El segundo, la Generalidad. Y el tercero, TV3. Cataluña, o mejor dicho la Cataluña nacionalista, no se entiende sin alguno de esos tres elementos y por eso el anuncio por parte del Gobierno de la toma de control de dos de ellos ha sido recibido como una humillación más que como un mero cambio temporal de gestores. La relación del nacionalismo con su lengua, su Gobierno y su televisión es casi carnal y de ahí que las metáforas sexuales (violación, abuso, sometimiento) hayan florecido por doquier en los medios catalanes durante las últimas horas.
¿Cuánto nos cuesta TV3?
La Generalidad destinó 315 millones de euros a políticas de comunicación en 2016. 81 millones se destinaron a medios de comunicación que emiten o publican en catalán. El resto, 234 millones de euros, se lo llevó la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales, que gestiona TV3 y Catalunya Ràdio. Es una cifra llamativa. El 25% del dinero que las administraciones españolas invierten en sus medios de comunicación públicos es para TV3, que cuenta con una plantilla de 2.300 empleados. Prácticamente el doble que los de Mediaset y un 30% más que los de Atresmedia.
Tamaño despliegue de medios (los trabajadores de TV3 cobran sueldos muy superiores a los de sus homónimos de los medios privados) no ha servido sin embargo para evitar el declive progresivo de la joya de la corona de las televisiones autonómicas españolas. Acostumbrada a un liderazgo incontestado durante años, TV3 ha visto como sus audiencias durante 2016 y 2017, coincidiendo con la escalada del proceso independentista, disminuían hasta situarla en tercera posición del ranking, por detrás de Tele 5 y Antena 3.
Hasta aquí, el contexto. A partir de aquí, el experimento. EL ESPAÑOL me ha pedido que pase doce horas de mi vida viendo TV3. La televisión pública catalana es conocida en la comunidad como la nuestra y en esa sutil agresividad (si existe una televisión que es la nuestra es que existe otra que es la suya y de la que se deduce la existencia de otros) radica el meollo del conflicto. Dice la propaganda nacionalista que la distinción entre ellos y nosotros no implica un juicio de valor sobre quién es mejor o peor sino sólo la constatación de una diferencia de naturaleza evidente, como la existente entre una escudella y un atascaburras. Mi experiencia como ciudadano catalán me dice que esa distinción esconde en muchos casos odio, desprecio y complejo de superioridad. Pero es sólo una hipótesis. Así que enciendo la tele y me dispongo a pasar un día con TV3 a la búsqueda de datos que confirmen o desmientan ese prejuicio.
España es el extranjero
La programación de TV3 es la de un canal informativo con interludios de entretenimiento en forma de programas de humor y de cocina, series de TV de producción propia y las habituales películas. Prácticamente el 60% de su tiempo de emisión está dedicado a las noticias y las tertulias de actualidad. Pero el porcentaje es engañoso porque también los programas de entretenimiento, como el magazine de tarde Tarda Oberta o el programa Està passant, presentado por Toni Soler, dedican buena parte de su tiempo, cuando no todo, a la tertulia y la sátira sobre esos mismos temas de actualidad. Y los temas de actualidad en TV3 son básicamente dos: el proceso independentista y el FC Barcelona.
Los informativos de TV3 obedecen a rajatabla el libro de estilo de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales. Sus normas pueden resumirse en una: España debe recibir el mismo tratamiento que Japón, Argentina o Alemania. Es decir el de un país extranjero. En la práctica, el marco de referencia geográfico y político de TV3 es Cataluña y las tierras de habla catalana. Cuando un locutor de TV3 dice "nuestros bosques" se está refiriendo a los bosques catalanes, jamás a los gallegos, los manchegos o los navarros. La "flota del norte" no existe porque al norte de Cataluña no hay mar. Lo que sí existe es "la flota del norte de la Península". Lo cual deja la duda de si la flota es española, portuguesa o hispano-portuguesa.
En los informativos de TV3, la palabra nacional se refiere siempre a Cataluña. La única excepción son las denominaciones oficiales. La Policía Nacional no plantea dudas al no existir peligro de confusión con los Mossos d’Esquadra. El término "central" se suele evitar y sustituirse por "español". El término "catalán" se omite también para personalidades locales (no se alude jamás a la "presidenta del Parlamento catalán" sino a la "presidenta del Parlamento"). La selección nacional de fútbol va siempre acompañada del adjetivo "española". También se remarca siempre la catalanidad de alguien si se trata del protagonista de la noticia.
.... continua -> https://www.elespanol.com/espana/20171022/256224867_0.html
Rajada épica contra tv3 del panfleto el ESPAÑOL.