Desde luego, los políticos conocen bien como hacernos debatir. Ahora resultará que los problemas de financiación catalanes son por culpa de Extremadura.
Todos, absolutamente TODOS, los problemas de financiación de este país, parten de la base de haber establecido excepciones en País Vasco y Navarra.
En realidad, lo que conforma un Estado descentralizado al fin y al cabo, es el tipo de competencias que atribuyes a las entidades subestatales y cómo éstas se financian para ejercer sus competencias. Si un reducido grupito de estas entidades tiene derecho a un sistema de financiación más benevolente que el resto de ellas, es obvio que tarde o temprano, aquellas entidades que por su modelo productivo y su atractivo económico, hagan mayores aportaciones a la caja común estatal, pidan excepciones también.
Todo esto sería muchísimo más fácil si la financiación de las CCAA fuese exactamente igual para todas las CCAA y no igual para todas excepto para dos, puesto que ya has sentado un precedente según el cual se puede cambiar dicho modelo de financiación.
Esto ya ocurrió en las Comunidades Europeas durante los años 70 con el Reino Unido y ahora Reino Unido tiene un cheque descuento de aportación al Presupuesto de la UE; Alemania tiene otro porque fue la más afectada por el cheque británico; Austria, Dinamarca y Países Bajos si no me equivoco tienen otro cheque descuento también por su característica de contribuyentes netos y en cuanto algún otro país lleve un par de añitos aportando más de lo que recibe, solicitará su propio cheque. Y al final, lo que no pagan los que pueden pagarlo, lo pagan los que no pueden pagarlo. Es decir, aquellos países con menor RNB al final hacen un mayor esfuerzo en sus aportaciones al Presupuesto UE que aquellos países con mayor RNB. Lo cual, a nivel presupuestario, es un disparate, pero está ocurriendo.
Vamos, que el tema de la solidaridad interterritorial es muy bonito y está muy bien sobre el papel más aún cuando lo rodeas de palabras bonitas como garantizar los derechos, fomentar la democracia, impulsar la buena gobernanza, cooperación al desarrollo... pero a la hora de soltar la guita y más en época de vacas flacas, nadie está dispuesto a rascarse el bolsillo por los que menos aportan. Y bien se encargarán los políticos de que los veáis como "enemigos", "vagos" y "subvencionados" cuando les convenga. No hay nada mejor que tapar tus vergüenzas internas con un enemigo común externo.