Ya es que ni se molestan en llegar hasta Europa. Se alejan un poco de Libia, dan la alerta de naufragio y para adentro. Necesitamos políticos que quieran entender la complejidad de la situación y dejen de simplificarlo todo a niveles absurdos de buenos y malos, pero están todos ocupados intentando colgarse la medalla del humanitarismo.
Luego se preguntarán a qué se debe el auge de la extrema derecha.