Una preferencia que queda meridianamente clara en las palabras de Albert Rivera: "Ahora deberíamos estar hablando, –y no lo estamos haciendo, y me preocupa–, con el PP y con el PSOE de qué sumas posibles hay". Un Gobierno de PP, PSOE y Ciudadanos; un gobierno pactado: "Un gobierno excepcional para una situación excepcional. Una especie de paréntesis partidista para ir a un paréntesis de Estado". El objetivo es frenar lo que consideran extremismos, y en eso también está el PP. La diferencia es que éstos incluyen en ese extremismo al PSOE, y por eso pide que se aglutine el voto moderado. Claro que por contraposición, los de Sánchez siguen hablando del cambio necesario, y Podemos, por su parte, pone el acento en la gente.
Vaya, así que este era el cambio sensato. Por si a alguien le quedaba alguna duda de las intenciones de este personaje creado por el Ibex 35 para apuntalar el régimen de la corrupción y el paro.