#5 Sin estar de acuerdo con esa parte concreta del artículo, diría que cometes un error, tú y muchos otros, al atacar a la persona y no al texto.
Lo digo porque eres tú el que demuestra tener un nivel intelectual justito si recurres a estas falacias.
No creo que Greta sea de ningún modo un peligro o un ataque a los privilegios de nadie, hace una fuerte crítica a cosas que todo el mundo comparte, todos queremos (quiero pensar) que se empiece a actuar ante la destrucción de tantos ecosistemas, pero no se da cuenta de que o se rompe la rueda o esta va a seguir girando y consumiendo recursos de la manera menos eficiente mientras sea la más rentable.
Si Greta fuese una amenaza no la conocería todo el planeta. No son tan estúpidos, luchamos contra gente muy inteligente y con mucho poder y no van a darle publicidad al próximo Lenin.
Respecto a la niña trans no me veo capacitado para dar una opinión con valor, me cuesta ver cómo pueden verse amenazadas las esferas de poder por algo así.
De la guerra entre feministas, queer y demás no tengo ni puta idea, así que no digo nada.
El sujeto revolucionario no es el que nosotros decidamos, es el que el sistema económico y sus relaciones de producción crean.
Pero tampoco compro la idea de que unas luchas taponan a otras. Seamos sinceros, la clase obrera, los trabajadores, llevamos en pañales desde hace 30 años. Hemos perdido muchos derechos, nuestros intereses no son defendidos por ningún partido importante, los partidos comunistas o están con el poder o están ilegalizados...y le echamos la culpa a las mujeres o a los transexuales? En vez de ver a esa gente no como aliados, sino como parte de nuestra clase. Salimos con nuestro bigote soviético a decir: oye frena con la lucha, frena con las reivindicaciones, lo mismo con los millones que han salido en USA a decir que ya vale de mierdas racistas. Claro que necesitamos organizarnos, concienciar, ir a la puerta de las naves de logística, de las fábricas, de las oficinas a crear conciencia de clase. La lucha feminista o la de la libertad sexual, que son luchas justas y con valor en si mismas, no van a hacer valer el sistema.
No lucho porque la bota que tengo en el cuello sea calzada por una mujer o un gay, lucho por matar al que tiene la bota en mi cuello y aceptaré gustoso la ayuda de miles de transexuales y millones de lesbianas para hacerlo.