Astapa: anatomía de la corrupción urbanística

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Astapa: anatomía de la corrupción urbanística

CHEMA RODRÍGUEZ Sevilla 2 jul. 2018 02:15


El ex alcalde de Estepona, Antonio Barrientos, junto al ex consejero Gaspar Zarrías en 2009. / EL MUNDO

Desde 2003 y hasta 2008 en Estepona (Málaga) no se movía ni un ladrillo sin el beneplácito, y la correspondiente mordida, de quienes en esos años dirigieron este ayuntamiento de la Costa del Sol. En esos cinco años, el PSOE y, entre 2003 y 2007, su socio de gobierno, el Partido Estepona (PES), hicieron del urbanismo una fuentes de ingresos extraordinaria con la que tapar el agujero económico que asfixiaba a la corporación municipal y, de paso, financiar sus gastos electorales y el elevado nivel de vida de sus dirigentes. Al frente de todo este entramado corrupto estaba Antonio Barrientos, el alcalde por aquella época, y en los años de coalición, el líder del PES, José Ignacio Crespo de Luna.

De cómo funcionó y hasta dónde extendió sus tentáculos esta auténtica organización criminal hace un detallado relato la Fiscalía Anticorrupción en el escrito de acusación que acaba de presentar en el Juzgado de Instrucción 1 de Estepona, que investiga, desde hace más de diez años, el que se ha venido en denominar caso Astapa.

Convenios urbanísticos de planeamiento, enajenación de aprovechamientos urbanísticos, expedientes sancionadores, licencias urbanísticas y contratos y concesiones administrativas de todo tipo. Nada escapaba al control de los responsables de esta trama, que hacían caja con todo lo que se tramitaba en las oficinas de urbanismo de la localidad.

Por todo el perjuicio que estas actuaciones causaron a las arcas municipales, Anticorrupción exige en su escrito de conclusiones provisionales, al que ha tenido acceso EL MUNDO, más de 75 millones de euros en concepto de responsabilidad civil.

La Fiscalía considera responsables de todo esto a 51 personas, entre cargos públicos, funcionarios y empresarios que se concertaron para hacer negocios en esos años en Estepona y a los que acusa de delitos de fraude, malversación, falsedad, cohecho, actividades prohibidas o tráfico de influencias. Para ellos reclama condenas que hasta diez años de cárcel y más de treinta de inhabilitación.

Por ejemplo, para Barrientos pide una pena de diez años y medio de prisión y 39 años de inhabilitación, mientras que para José Ignacio Crespo reclama otros diez años de cárcel y 34 de inhabilitación.

Junto a ellos jugaron un papel fundamental otros cargos socialistas, como José Flores Simón, al frente del Gabinete de la Alcaldía, o Francisco José Zamorano, al que Barrientos nombró en 2004 director económico para la revisión del PGOU con la misión real de controlar todo lo que se hacía en Urbanismo.

Solamente a los principales implicados en la trama corrupta, tres cargos del PSOE y tres del PES (la cúpula de la organización) el Ministerio Público les exige que indemnicen de forma solidaria al Ayuntamiento de Estepona por un importe de 28,3 millones de euros.

Ayuntamiento en ruinas

spoiler

Los vínculos con Zarrías y Velasco

spoiler

http://www.elmundo.es/andalucia/2018/07/02/5b3904c122601d22078b45a7.html

Este caso Astapa no lo conocía hasta el viernes pasado y me lleva a la pregunta: ¿qué hay montado en Andalucía?

No me parece normal que con la cantidad y gravedad de corrupción que hay allí que la gente se quede parada como si no pasara nada porque no creo que estén literalmente todos metidos en el ajo.

¿Están anestesiados sus habitantes?

Kalgator

Que el que roba es el pp, que no te enteras

S

para Barrientos

Puto Barrientos está en todos los fregados.

¿Será BluSpock el próximo Nismar?

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Dieter

El virrey de Andalucía Gaspar Zarrías. Yo lo he visto IRL es poca cosa, como rompetechos pero con un ego enorme.

Crowbar

¿Es ese el famoso Barrientos del que todo el mundo habla?

Soraghatsu

Cara a Cara con Barrientos

B

Lo peor de todo es que o cedias o no contruias. Sí total que mas da, el sobrecoste lo iba a pagar el consumidor en un mercado en burbuja

evening0

Pero si la izquierda nunca roba nada.

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