1. ¿En qué estado se encuentran, oficialmente, las investigaciones del 11-M?
Se ha celebrado un primer juicio en la Audiencia Nacional, cuya sentencia fue posteriormente revisada por el Supremo. En teoría, las investigaciones siguen abiertas en la Audiencia Nacional, pero en la práctica no se está haciendo nada. De hecho, las solicitudes de investigación que las víctimas del atentado han presentado en la Audiencia Nacional han sido sistemáticamente ignoradas.
2. ¿Hay algún otro tipo de investigación abierta?
Sí. La Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M, que agrupa a más de 600 víctimas de la masacre, presentó una querella contra el que fuera jefe de los Tedax, Juan Jesús Sánchez Manzano, y su jefa de laboratorio, acusándoles de manipulación de pruebas y falso testimonio. La querella fue aceptada por un juzgado ordinario y ambos mandos policiales se encuentran procesados por ese motivo. A través de esa vía, las víctimas del 11-M han podido conseguir que les entreguen, por ejemplo, los vídeos de la pericial de explosivos y solicitar otras diligencias.
3. ¿Cuántas personas han sido condenadas por el 11-M?
A lo largo de la instrucción del sumario, fueron detenidas 116 personas, pero sólo 29 fueron finalmente acusadas. En el juicio de la Audiencia Nacional, finalmente, sólo se condenó a 3 personas por su relación con el 11-M. Es decir, sólo tres personas tendrán que indemnizar a las víctimas del atentado. Esos tres condenados son los marroquíes Jamal Zougham y Otman El Gnaoui y el español Emilio Suárez Trashorras. A Jamal Zougham se lo condenó como autor material (es decir, por poner una de las bombas), mientras que a los otros dos se los condenó por participar en el suministro de la dinamita Goma2-ECO que, según la versión oficial, se utilizó para confeccionar las bombas.
4. ¿Tenemos pruebas sólidas de la participación de esos tres condenados en el 11-M?
No. A Jamal Zougham lo identificaron en los trenes hasta ocho testigos distintos. Si todos ellos hubieran dicho la verdad, ese marroquí tendría que haber estado a la vez en los cuatro trenes que explotaron el 11-M, cosa que es imposible. En consecuencia, el tribunal desestimó varios testimonios y se quedó con sólo tres, que presentan, de todos modos, contradicciones insalvables. Además, hemos sabido posteriormente que la Policía ocultó datos que demostraban que la noche anterior al atentado Jamal Zougham no estaba montando ninguna bomba, sino haciendo deporte en un gimnasio de la Plaza Elíptica.
En cuanto a los otros dos condenados, aumentan día a día las evidencias de que en la masacre no se utilizó Goma2-ECO, con lo cual las acusaciones contra ambos (basadas en que traficaban con Goma2-ECO) quedarían sin contenido.
5. ¿Entonces no sabemos quién puso las bombas?
No. Como estallaron doce artefactos explosivos, tuvo que haber al menos doce colocadores de bombas. La Audiencia Nacional dictaminó que los que colocaron las bombas fueron Jamal Zougham y los siete muertos de Leganés, lo que nos dejaría a falta de cuatro colocadores. Pero el Tribunal Supremo le enmendó la plana a la Audiencia Nacional, dictaminando que no se podía afirmar que los muertos de Leganés hubieran puesto ninguna bomba, con lo que la versión oficial se quedó con un único "autor material". Para colmo, y como ya hemos visto, las pruebas existentes contra ese único autor material no tienen ninguna solidez.
6. ¿Se sabe qué explosivo estalló en los trenes?
No. La instrucción del sumario acabó sin que se hubieran aportado a la causa los informes originales de análisis de los explosivos. El juez Gómez Bermúdez ordenó realizar una nueva prueba pericial durante el juicio, pero esa prueba acabó en un auténtico fiasco. Recientemente, el periódico El Mundo y Veo7 han desvelado las pruebas videográficas de que los peritos designados por el Ministerio del Interior para la realización de esas pruebas mintieron durante el juicio.
7. ¿Cómo es posible que no se realizaran análisis adecuados del explosivo inmediatamente después del atentado?
Pues porque el 11-M, contraviniendo todos los protocolos (como ha quedado acreditado durante el propio juicio), las muestras recogidas por los Tedax no se enviaron al laboratorio de la Policía Científica. En lugar de ello, las muestras fueron analizadas por los propios Tedax en un laboratorio carente de medios técnicos adecuados. Para colmo, ni siquiera se aportaron al sumario esos análisis originales realizados por los Tedax.
8. ¿Y no se podrían realizar nuevos análisis con las muestras que en su día se recogieran?
Es que ni siquiera se han conservado (al menos oficialmente) las muestras recogidas. No se adjuntaron al sumario las actas de las muestras que se recogieron en cada foco de explosión y no se sabe qué sucedió con esas muestras. Y los propios trenes atacados fueron comenzados a desguazar 48 horas después de la masacre, en lugar de conservarlos como manda la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Desaparecieron toneladas de restos de los trenes. De alguno de los focos de explosión, los centenares de kilos de muestras recogidas quedaron reducidos a un único clavo, que fue lo que se aportó para la prueba pericial del juicio. De otros focos de explosión, ni siquiera quedó un clavo.
9. ¿Cómo es posible que se destruyeran los trenes?
No se sabe. Aunque no hace falta ser muy mal pensado para deducir que aquella destrucción fue deliberada.
10. ¿Quién dio la orden de destruir los trenes?
Tampoco se sabe. Nadie se atrevió a dejar constancia escrita de la orden de destrucción. Pero lo que sí existe es una orden del juez Del Olmo autorizando que se destruyeran todos los efectos no reclamados por las víctimas, efectos que hubieran permitido hacer ulteriores análisis. Aquellos efectos de las víctimas del 11-M fueron quemados en el vertedero de Valdemingómez.
11. ¿Los trenes se conservan en otros casos?
Se conservan siempre, porque así lo marca la Ley. En el accidente del metro de Valencia, por ejemplo, el tren se conservó durante años bajo una lona, para que las compañías de seguros pudieran realizar cuantas peritaciones desearan.
12. Si se destruyeron los escenarios del crimen, ¿cómo se pudo realizar ninguna investigación?
Pues porque, al mismo tiempo que se destruían los trenes, comenzaron a aparecer pruebas fuera de los trenes (concretamente en dependencias policiales), lo que invita a sospechar que se produjo no sólo una destrucción deliberada de pruebas, sino una sustitución de las pruebas originales por otras.
13. ¿Con qué pruebas se construyó entonces la versión oficial?
Con los objetos encontrados en una furgoneta que apareció en Alcalá de Henares y con una mochila-bomba que apareció sin estallar 18 horas después de la masacre. La furgoneta de Alcalá fue inspeccionada en la mañana del 11-M por dos perros distintos, sin que detectaran ningún rastro de explosivo. Sin embargo, al ser llevada a dependencias policiales, apareció en la furgoneta un resto de dinamita Goma2-ECO. La mochila-bomba apareció también en dependencias policiales, concretamente en la comisaría de Puente de Vallecas. Es decir, las dos pruebas fundamentales del caso no aparecieron en los escenarios del crimen, sino en sendas comisarías, sin que exista ninguna evidencia de que procedían de los trenes o estaban relacionadas con lo que estalló en los trenes.
14. ¿Por qué sabemos que la furgoneta de Alcalá es una prueba falsa?
Pues porque el resto de dinamita que apareció dentro de ella al llevarla a comisaría no había sido detectado por los perros entrenados en detección de explosivos cuando la inspeccionaron horas antes. Y porque las investigaciones periodísticas han demostrado que se falsificó la hora oficial de entrada de esa furgoneta en el complejo policial de Canillas, de modo que la furgoneta estuvo una hora "desaparecida" a efectos oficiales, tiempo suficiente para colocar en su interior cualquier cosa.
15. ¿Por qué sabemos que la mochila-bomba de Vallecas es falsa?
Por múltiples motivos. Entre otros: (1) Porque no apareció en ningún tren, sino en una comisaría, sin que nadie la haya visto durante el trayecto desde las estaciones.(2) Porque se trata de una bomba que estaba preparada para no explotar, ya que tenía dos cables sueltos y utilizaba como iniciador un modelo de teléfono móvil que no daba ni la mitad de la corriente que necesita para estallar el modelo concreto de detonador utilizado. (3) Porque en esa mochila había clavos y tornillos como metralla, y en ninguna de las autopsias de las 193 víctimas mortales del 11-M aparecieron clavos ni tornillos, así que es imposible que los artefactos de los trenes fueran como la mochila de Vallecas.
16. ¿Entonces qué pruebas nos quedan de que la versión oficial es cierta?
Ninguna.
17. Si el 11-M no fue un atentado islamista, ¿cómo se explica que siete magrebíes se suicidaran en Leganés?
Es que no está demostrado que en Leganés se suicidara nadie. Para empezar, nadie hizo la autopsia a los cadáveres recogidos en Leganés, a pesar de que la Ley obliga a hacer esas autopsias. En segundo lugar, ni siquiera está clara la identidad de los cadáveres que aparecieron en ese piso. En tercer lugar, las investigaciones periodísticas han demostrado que alguien (no se sabe quién) se tomó muchas molestias en tratar de "demostrar" que en Leganés hubo un suicidio. Así, por ejemplo, alguien hizo una serie de supuestas "llamadas de despedida" de esos suicidas, pero uno de los teléfonos utilizados para hacer esas llamadas seguía operativo un mes después de estallar aquel piso. Asimismo, alguien elaboró un supuesto "testamento" de uno de esos "suicidas", pero la firma de ese documento está burdamente falsificada.
18. ¿Pero no nos dijeron que los habitantes de ese piso entablaron un tiroteo con la Policía?
Sí, eso dijeron. La versión oficial afirma que los ocupantes de aquel piso dispararon con subfusiles a los policías que rodeaban el piso durante muchos minutos. Sin embargo, en el piso sólo se encontraron cinco casquillos de bala, ninguno de ellos de subfusil.
19. ¿Existe algún tipo de corroboración judicial a todas estas dudas sobre la masacre?
Sí. La propia Audiencia Nacional tuvo que eliminar otra de las pruebas fundamentales del caso (un coche de la marca Skoda Fabia que apareció en Alcalá de Henares tres meses después del atentado, cargado con más pruebas que apuntaban a los "islamistas") después de que las investigaciones periodísticas de El Mundo y Libertad Digital pusieran de manifiesto que se trataba de una prueba falsificada.
Asimismo, después de que el comisario de los Tedax, Juan Jesús Sánchez Manzano, interpusiera una demanda contra varios periodistas del periódico El Mundo, un juzgado de Madrid dictaminó que las informaciones de este diario habían sido rigurosas y veraces. Finalmente, el propio hecho de que sólo 3 de los 116 detenidos por la masacre hayan sido condenados demuestra que la mayor parte de la instrucción del sumario (por no decir su totalidad) es un auténtico bluf.
20. Entonces, si no fue Al Qaeda, ¿fue ETA la que atentó el 11-M?
No existe tampoco ninguna prueba de que fuera ETA. Y, de hecho, existen otras alternativas mucho más verosímiles, como la de que el 11-M fuera una operación de servicios de inteligencia nacionales o extranjeros. Ni ETA ni Al Qaeda pudieron llevar a cabo las falsificaciones de pruebas que las investigaciones periodísticas han demostrado. Por ejemplo, ni ETA ni Al Qaeda depositaron en Alcalá de Henares el coche Skoda Fabia que apareció tres meses después del atentado. Tampoco ETA o Al Qaeda pudieron hacer aparecer pruebas falsas en dependencias policiales ni simular las falsas llamadas de despedida de los falsos suicidas de Leganés.
21. ¿Por qué ningún partido político hace nada porque se investigue la masacre?
Ése es, precisamente, el indicio más sólido de que el 11-M no lo cometieron ni ETA, ni Al Qaeda. Si hubiera sido realmente un atentado de Al Qaeda, el PSOE no habría perdido ninguna oportunidad de restregarle el atentado al PP de manera continua a lo largo de estos seis años. Y si hubiera sido ETA, es el PP el que habría hecho lo posible por abanderar las investigaciones.
Sin embargo, ambos partidos han hecho todo lo posible por evitar que se hable del 11-M o se remueva el 11-M. Lo que apunta a que lo que se está intentando encubrir con la insostenible versión oficial es algo de mucho más calado que un simple atentado terrorista.