El viaje se extendió más allá de lo previsto. Se antojaba una misión sencilla y sin complicaciones con la promesa de una travesía serena de tan solo dos meses a través del espacio. Sin embargo, el universo juega según sus propias reglas, y tras seis meses de vagar entre constelaciones, defendiendo tu nave de los asaltos de piratas intergalácticos, eludiendo a depredadores extraterrestres para quienes los seres humanos son una exquisitez, evadiendo sectas salidas de los confines más remotos del universo que veneran a deidades oscuras de orígenes insondables y enfrentándote a todo tipo de horrores cósmicos, la odisea, al fin, toca a su fin.
Por fin te encuentras de regreso al punto de partida, ese agujero considerado por algunos como poco más que un deplorable basurero. Pobres desdichados, ignoran los terrores que acechan en el vasto cosmos, mientras anhelan abandonarlo, tu suspiras por la vuelta. Las pesadillas vividas en el viaje quedan atrás, al menos hasta la próxima misión. Ahora, lo único que resta es activar la secuencia de aterrizaje y esperar, en solo unos minutos estarás de vuelta en casa, de vuelta a la La Tierra.