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Dan instrucciones a médicos de La Ribera para que 'maquillen' las listas de espera
El equipo que nombró la actual ministra de Sanidad, Carmen Montón, para que se encargara de la gestión del departamento de salud de La Ribera intenta ocultar el aumento de las demoras clínicas que se ha producido cuando sólo han transcurrido tres meses de la reversión del hospital a la red sanitaria pública. Los directivos del centro de Alzira han anunciado ya que marcarán unas directrices para que los médicos busquen la forma de dar largas a sus pacientes y que no ingresen en quirófano y, de este modo, no aumenten aún más las listas de espera.
El audio al que ha tenido acceso EL MUNDO en exclusiva que se grabó durante la reunión de la junta de mandos del Hospital de La Ribera, celebrada el pasado 28 de junio en el salón de actos del centro y presidida por la gerente del departamento, Isabel González, revela que la dirección ha dado instrucciones a los jefes de servicio para intentar controlar la demanda asistencial de la población adscrita al área de salud.
Los hechos que aflora la grabación demuestran que la dirección del centro anuncia que se van a fijar unas directrices para los facultativos. Las declaraciones, en concreto, son del coordinador del área quirúrgica, Emilio Llopis, y demuestran que la nueva dirección del Hospital de La Ribera admite expresamente, delante del equipo directivo: jefes de servicio, supervisores, coordinadores y mandos intermedios, el retraso intencionado y consciente de operaciones con el fin de frenar el aumento de las listas de espera, que al parecer se les están yendo de las manos, como confirmó el subdirector médico, Miguel Barbero: «Desde que estamos este nuevo equipo, hemos hecho 480 nuevas contrataciones desde el 1 de abril. Si la consultas no van muy bien y hay menos pacientes, la actividad quirúrgica se mantiene más o menos, pero tenemos más lista de espera... algo pasa ahí», aseguró.
Durante su intervención, Llopis aseguró que esta forma de dar largas a los pacientes «no se puede hacer hasta cierto punto» aunque añadió que «las indicaciones de alguna manera tienen un poco de elasticidad e intentaremos controlar un poco las listas de espera», para buscar, como indicó a continuación, un equilibrio «entre lo que entra y lo que sale [pacientes]» para «intentar sacar un poco más y entrar un poco menos». Es decir, dar largas y posponer intervenciones que se hallan esperando.
En esta misma reunión, según se ha podido constatar por fuentes del hospital, el mismo coordinador del área quirúrgica aseguró que «ya no podemos programar más, pero necesitamos programar más si no queremos que continúe aumentando la lista de espera».
Otro de los aspectos que se analizaron durante esta reunión, según apuntó el propio Llopis durante su intervención, es intentar aumentar, en la medida de lo posible, la cirugía sin ingreso.
Concretamente, el coordinador quirúrgico aseguró en esta reunión de balance de los tres primeros meses de reversión que desde la parte quirúrgica «se está haciendo lo posible por no ingresar a los pacientes o si se ingresan, que estén el menor tiempo posible».
Un extremo que evidencia que desde que la actual ministra Carmen Montón inició el proceso de reversión se han utilizado encuestas manipuladas con el fin de justificar que en la red pública de hospitales el centro funcionaria mejor. Sin embargo, la propia gerente, reconocía que ahora avanza un poco «peor». En una reciente entrevista para el medio especializado en sanidad Diario Médico, González reconoció: «por supuesto que el cambio ha sido ideológico».
En la misma reunión del 28 de junio, la gerente de La Ribera, Isabel González, llegó a decir que «a pesar de que el número de pacientes no aumenta, sino que disminuye, sí que aumenta la lista de espera». González admitió que el porcentaje de pacientes que esperan más de 30 días ha aumentado, mientras que los pacientes que son atendidos rápidamente, es decir, en menos de 30 días, ha disminuido considerablemente. «Ahora mismo tenemos (un) 35,60% pacientes que esperan más de 30 días y el año pasado eran un 25%», argumentó.