Un gigantesco elefante murió por causas naturales, y su cuerpo quedó toda la noche acostado en la orilla de una laguna de la Reserva Nacional de Samburu, Kenia.
Al día siguiente, por la mañana, un inmenso cocodrilo halló el banquete allí, esperándolo. Se le hacía agua la boca.
Pero cuando se preparaba para lanzarse sobre él, algo se interpuso en su camino. Tres leonas que había salido a cazar vieron a lo lejos al elefante muerto, y corrieron hacia él.
El cocodrilo había llegado primero, pero todavía no había podido hincar sus dientes sobre la presa. Por eso, sus rivales se sintieron con derecho a desafiarlo. Así comenzó la batalla.
El joven Kai Banks tuvo el privilegio de presenciarlo todo. Y no dudó en grabarlo con su videocámara, para luego publicarlo en YouTube.
"Mi familia y yo pudimos captar con nuestra cámara un evento muy extraordinario durante nuestro reciente viaje a la Reserva Nacional Samburu, en Kenia. Nos dimos cuenta de que era algo especial luego de que la boca de nuestro guía se abriera de par en par cuando las leonas saltaron sobre el cocodrilo", contó en la descripción del video.
La escena es impactante. Uno de los felinos intenta atacarlo por su cuenta, pero no puede hacer nada frente a la amenaza de su enorme boca.
Entonces se acercan los otros dos. En un principio parecen doblegarlo, pero la dureza de su piel le da al cocodrilo el tiempo suficiente para zafarse y tirar mordidas por todos lados.
Súbita e inesperadamente, los ataques cesan. La leona líder se queda mirando el horizonte a unos pocos metros de su rival, que observa para el lado contrario.
Esa es la primera pelea, según se puede leer en el video, que advierte que por problemas técnicos sólo podrá mostrar fotos de lo ocurrido posteriormente.
"Teníamos muchas tarjetas de memoria encima, pero tuvimos que elegir entre cambiarla al comienzo del combate y filmar sólo la parte final, o grabar el principio y luego tomar fotos de la segunda", explicó Banks.
En esas imágenes se puede ver que los ataques de las leonas se redoblan y logran doblegar al cocodrilo, que se ve obligado a retirarse. En la última toma, se puede ver a las vencedoras disfrutando de su presa, a la que le cortaron los colmillos.
"Ya no estaban porque los guardiaparques los habían removido más temprano esa misma mañana, para disuadir a potenciales cazadores", explicó el joven.