KAMIKAZE: "Aliento de dioses" "Viento divino"
El significado de la palabra suena poético, pero ayer sufrí en mis carnes a la pretendida colisión entre una criatura de menos de dos años y un autobús gigante (para él) donde sólo estábamos el conductor y la que escribe.
Hacía sólo unos segundos que el conductor me había preguntado si me bajaba en una parada y había reducido la velocidad yo le comenté que me estaba preparando para la próxima (llevaba unas cuantas bolsas) entonces cuando giramos y enfilamos una calle no muy ancha vimos a un niño pequeño que con una sonrisa en el rostro, vestido de blanco corría hacia nosotros ¡¡¡en mitad de la carretera!!! para él era una travesura y un afán por demostrar que ya sabía caminar y era más rápido que su madre y que cualquiera (el "viento divino" le empujaba hacia nosotros)
Yo me quedé muda, quieta. Él se acercaba más y más y el conductor sólo podía alejarse un poco, otro poco. (menos mal que no venía ningún otro coche detrás nuestra a gran velocidad)
Me sentía hipnotizada por esa cara angelical que corría sin ser consciente del peligro (ya digo que fueron segundos) y una mano salió de no sé dónde y lo agarró con furia. Una señora se lo devolvió a su madre que reaccionó de forma natural: dándole unos buenos "azotes" y abrazándolo fuertemente después.
El chófer avanzó despacito hasta mi parada y le miré para decirle: "me alegro por ti" sólo pude soltar una frase tan hueca como esa pero fue lo que pensé.
No hubiera sido su culpa si "lo hubiéramos" atropellado pero se sentiría culpable el resto de su vida porque el inocente, el bebé kamikaze sólo estaba jugando, corriendo... y su carita me viene a la mente ahora con su sonrisa enorme y su chaqueta blanca... no hubiera sido un accidente hubiera sido una maldición, que el juego del inocente hubiera destrozado su existencia y la de este hombre honrado que se gana la vida dando una y otra vez vueltas por la ciudad: el mismo recorrido, las mismas calles, las mismas caras... no hubiera merecido verse en medio de la hipotética muerte que no fue, del bebé kamikaze.
Esta noche he soñado con un bebé que dormía plácidamente en mi salón y una voz me decía que lo cogiera despacio porque al despertar se asustaba. Yo lo hacía con torpeza y, a la vez, con mucho cariño, inspiraba mucha ternura, se le veía tan vulnerable. Supongo que mi inconsciente me ha recordado que no me acerqué a darle un abrazo al bebé de la sonrisa, casi carcajada, que podía haber perdido la vida si la casualidad esa tarde no hubiera jugado las cartas para que el ganador fuera ÉL...
¿Alguna vez os ha pasado algo parecido?