#10 eso es lo que me pasó a mí. A mí me jodieron bastante la vida en el colegio por bullying, y aunque era un chaval bastante grande (les sacaba a todos mínimo 30cm de altura y 15kg de peso) por mi personalidad bastante pacífica me comían. Las humillaciones psicológicas eran continuas y las agresiones físicas llegaron hasta usarme cómo saco de boxeo (con 11 años) por un repetidor de 16 (acabé en el suelo sin respiración y con moratones por el tórax), hasta tirarme 3-4 sillas (de las de hierro y madera) por diversión. Los profesores ante estas cosas se hacían los sordos y a mis padres yo no les contaba nada por vergüenza.
Pasé por épocas bastante jodidas, me tiré desde los 8 a los 12 años con depresión sin saberlo, básicamente odiaba la vida y cuando iba al colegio sentía lo mismo que ir al matadero, no tenía esperanzas ni ilusiones en nada. Pero esto era lo único que había conocido y pensaba que era lo "normal".
Recuerdo un día que caminando con mi padre hacia el colegio, mi padre claramente preocupado me dijo "hijo, en la vida no hay que ir pegando, pero si hay que dar un par de hostias se dan, y nosotros no te vamos a juzgar por hacerlo".
Esa misma semana mientras me agredían, cogí a uno de los acosadores y lo levanté cogido del cuello un par de palmos contra pared, estuvo así casi un minuto, al soltarle tardo un tiempo en recuperar la respiración en el suelo. Esa misma tarde mientras el cabecilla de los acosadores me insultaba por haberle hecho eso a su amigo, me levanté, le agarre de la nuca y le di 2 golpes en la frente contra la mesa del profesor. Le tuvieron que dar varios puntos de sutura.
Todo esto pude hacerlo porque físicamente tenía ventaja aunque fuéramos de la misma edad, pero si no, hubiera sido imposible. De hecho a veces pienso que si hubiera tenido mala suerte podría haberlos dejado con secuelas o matado de un mal golpe, y me hubiera jodido la vida.
En este caso los profesores si actuaron contra mi, porque sus padres se quejaron. Me expulsaron varios días (no recuerdo cuantos) y tuvieron una reunión con mis padres. Años después mi padre me contó que le dijo a la tutora "mi hijo lleva años sufriendo agresiones de estos acosadores, mientras usted se hace la sorda. Esto lo saben más padres de alumnos, no solo nosotros. Ya ha visto que la respuesta de nuestro hijo contra ellos ha sido desproporcionada. Si no los controla y para sus actitudes, puede tener una desgracia con los alumnos de los que usted es responsable en horario escolar".
A partir de este momento, no volvieron a tocarme ni a humillarme. Me avergüenza bastante lo que hice, pero debí hacerlo. Por lo tanto me revienta tanto esa inacción de los profesores. Hay muchos niños y niñas que sufren esta situación y que no tienen ni la ventaja física ni la mental (te comen la autoestima y te machacan por lo que te acobardas).