Hay que saber cuando negociar. Voy a una entrevista, me ofrecen un salario inferior a lo que creo que me merezco. ¿No tengo curro? Lo acepto, que remedio, hay que ganarse las lentejas.
Ahora, me esfuerzo, aprendo como funciona todo, intento ser el mejor, dar lo mejor, me vuelvo imprescindible (tampoco hay que matarse, ninguna empresa es la NASA fletando cohetes hacía la luna). Depende del trabajo, claro, pero el caso es no depender de la empresa, sino que ella dependa de ti.
Y entonces un día le dices a tu jefe "me hace falta más dinero", y si no me lo das, me voy, pero recuerda que soy el único que sabe hacer esto, esto y esto y que soy muy bueno haciendo esto y esto. Si, hay gente en el paro, igual que otros empleados en la empresa, pero muchos son vagos, se escaquean, son torpes, o no tienen la ambición de mejorar, o simplemente no se atreven a coger responsabilidades.
Si el empresario no es gilipollas del todo, no te deja escapar. Hay que empezar desde abajo, pero hay que subir, no conformarse con el salario. Ofrecer algo primero, esfuerzo de calidad, y luego, recoger lo sembrado.
Evidentemente hay empresas en las que no se valora el buen hacer de un trabajo, pero es tirar piedras contra tu mismo tejado.
Es un pulso constante contra el empresario. Él te va a querer quitar, rebajar, y te va a decir que la vida está muy mal a pesar de que se ha comprado un Mercedes nuevo. Hay que tener dignidad pero en el momento adecuado.
No soporto esa gente que tiene estudios pero cero experiencia y que dice que quiere cobrar un pastizal cuando luego se ponen a trabajar y no saben donde tienen la mano derecha. No son todos, pero hay muchos.
No importa lo que vales al principio, hay que hacerse valer, demostrar que mereces más. Y siempre tener una alternativa. ¿Qué con mi trabajo cualificado y especializado me pagas 800 €? O me das más o me busco eso mismo en una franquicia de comida rápida.