No es chiquito, es un gigante. Ojalá se recupere pero pinta mal la cosa.
Pego un artículo que leí ayer
GIGANTE DE LA CALZADA
Pocas cosas son más irracionales que el humor. Y esto, que es cierto en referencia a casi todos los subgéneros del humor, se vuelve especialmente indiscutible cuando pensamos en Chiquito de la Calzada. He tenido la experiencia de ver alguna de sus actuaciones en compañía de amigos extranjeros que nos miraban a los españoles desternillados de risa sin poder encontrar el menor sentido a nada de lo que hacía ni el humorista ni su público. Al principio sólo era un friki del que reírse, hasta que descubrimos que su propuesta cómica surreal era un metametametahumor de grado tan elevado que era imposible de descomponer y al lado del cual el posthumor de “Muchachada Nui” quedaba a la altura de Esteso y Pajares. Sólo se podía acceder a él mediante la complicidad, y esa complicidad sólo se lograba si uno renunciaba a ser un pedante, un snob o un intelectual. En ese sentido, Chiquito nos hizo un poco mejores personas.
Pocas cosas son más tristes que un cómico viejo. El humor, por más que se disimule, está relacionado con la vitalidad y la novedad, con la sorpresa y el descubrimiento. Es una pulsión más de inicios que de finales, más de trayectos que de llegadas. Chiquito anda entrando y saliendo de hospitales estos días, pasándolo tan sólo regular con sus caiditas de Roma. Es un cómico viejo, lo más parecido que existe a un niño. Uno de los nuestros. Radicalmente humilde, radicalmente compadre, digno y sencillo, su plana sombra ya no tiene más dimensión que la estrictamente emocional. Maestro de la irracionalidad y la melancolía, se merece vivir lo mucho o poco que le quede notando lo muchísimo que se le quiere y la deuda de gratitud que tantos tenemos con él. Por esa inteligencia refleja, por depurar en un gesto o una frase cientos de años de evolución afectiva y social del sur de Europa. Ojalá le llegue esta columna. Ojalá le lleguen miles como ésta que borren la menor duda que pudiera tener de que lo que hizo fue valioso e importante. Cotidiano, irracional, emocional, popular. Radicalmente auténtico.
http://www.antoniorico.es/2017/11/gigante-de-la-calzada.html?m=1
Le tengo mucho cariño de cuando era pequeño
Yo recuerdo mucho la película de papa piquilo, me gusto bastante aunque no era exactamente de humor