A última hora de la noche del jueves en España saltaba una noticia de calado internacional: el FBI ha cerrado las webs Megaupload y Megavideo, dos páginas pertenecientes al mismo grupo y que conforman uno de los espacios de Internet más vistos de todo el planeta. Millones de personas utilizan diariamente los servicios de estos sites cuya matriz está radicada en Hong Kong y que ofrecían desde servicios de descargas musicales y de películas (Megaupload) hasta servicios de streaming (transferencia directa de archivos de audio o video vía web y sin necesidad de descarga) cada vez más populares, en los cuales los usuarios veían de forma gratuita películas de estreno, series y demás productos culturales.
El 4% del tráfico de todo Internet pasaba por estas páginas, que tenían 150 millones de usuarios registrados. En total acumula unos 1.000 millones de usuarios únicos (distintas direcciones IP) al mes.
Los cargos contra ellas son serios: se les acusa de blanqueo de dinero y de ganar ilegalmente al menos 175 millones de dólares. Por su parte, las compañías propietarias de los derechos de autor cifran en 500 millones sus pérdidas. Hay varias personas detenidas, ciudadanos de Alemania, Estonia y Países Bajos y residentes en Nueva Zelanda.
A pesar de su coincidencia en el tiempo, este cierre no guarda relación directa con la aprobación de la ley Sopa en EE.UU., que pretende controlar penalmente tanto a los que gestionen sitios web de descarga y streaming alegales, como incluso a los usuarios que hagan uso de ellos. Son varias decenas de millones de usuarios los que día a día utilizaban los servicios de Megaupload y Megavideo, buques insignia de un conglomerado en la red que también contaba con otras webs de pornografía y cuyo creador es un excéntrico personaje que ha sido detenido en Nueva Zelanda, Kim Schmitz, ciudadano alemán que ya ha pasado por la cárcel.
Respuesta virulenta
La reacción de los millones de usuarios de estos servicios gratuitos ha sido virulenta y en la madrugada del viernes en España (final del jueves 20 de enero en Estados Unidos) se han concertado ataques conjuntos que han derribado las webs del Federal Bureau of Investigation (FBI), de las más importantes compañías discográficas (Universal, EMI o Warner) y de sociedades de autores. En España, es imposible acceder a la web de la Sgae.
El método utilizado es la entrada simultánea de miles de direcciones IP a un mismo servidor, colapsando el mismo y haciendo caerse la página web que sustenta. Los ataques se han producido desde los cuatro puntos del globo, con especial incidencia en la costa este de EE.UU. y en Sudamérica. A primeras horas de la mañana del viernes en España, la costa oeste norteamericana ha cogido el relevo de los ataques a los servidores, como también Japón.
En este enlace se puede ver la intensidad del ataque en tiempo real.