Esto es interesante si vives en Barcelona y te multan por aparcar mal. Ayer leyendo el periódico me topé con la siguiente información, que quizás puede libraros de abonar una pasta.
Quien se encuentre la "receta" en el parabrisas solamente tiene que comprobar si la señal de "prohibido" más cercana está escrita en catalán de forma exclusiva. Como esto ocurre en todos los casos, sólo hay que recurrirla mencionando los artículos 56 y 138 de la Ley de Tráfico, que versan, precisamente, sobre el idioma de las señales. En su texto recoge que "las indicaciones escritas de las señales de tráfico se expresen al menos en el idioma oficial del Estado". El ayuntamiento barcelonés incumple la norma por norma y renuncia a cobrar las multas recurridas por este concepto antes que empezar a rotular en castellano.
Fuente: La Razón