La empresaria barcelonesa Mayra Dagà Castillo tiene la virtud de ganar muchísimo dinero siempre que España vive una crisis de envergadura mayúscula. Lo hizo hace una década, tras la explosión de la burbuja inmobiliaria. Durante varios años, entre 2008 y 2010, se dedicó a estafar a empresas de construcción en declive mientras ella se llevaba suculentas comisiones. Aquella aventura le valió una condena de cárcel, según la sentencia a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL. Se salvó de acabar entre rejas tras llegar a un acuerdo con la Fiscalía, que le pedía cuatro años de prisión. Y lo ha vuelto a hacer ahora, mientras el país lucha contra una pandemia que ya ha matado a casi 25.000 españoles. La diferencia es que esta vez el ‘pelotazo’ de Mayra Dagà Castillo es histórico y lo ha conseguido con una empresa que cuenta con dos empleados.
quizas la verdad no sea parte de la nueva normalidad
me encantaria ver a abalos explicandolo mientras asegura que es por nuestro bien