#522 Yo soy bastante feliz en mi trabajo, no voy al curro por las mañanas pensando en degollar a mi jefe.
De todas formas te digo, la inmensa mayoría de la humanidad no le gusta su trabajo, por que no creo que a nadie le guste demasiado usar el tiempo limitado de la vida de una persona en crear riqueza, sino en ser feliz y tener una calidad de vida aceptable. Con el salario, puedes compensar ese tiempo (relativo, para mi el tiempo de vida es de un valor incalculable), pero salvo que se unan una pasión personal respecto a ese oficio y tener las capacidades para trabajar en el, la gente suele echar pestes del trabajo, especialmente cuanto más duro y desagradable resulta. Pero tampoco vivo en un mundo hippie maravilloso y soy plenamente consciente de que los servicios básicos y las necesidades de la sociedad deben cubrirse mediante el trabajo, no vivimos en una utopía donde llueve el maná del cielo.
Y en esa realidad, mi labor como sindicalista es intentar mejorar las condiciones laborales de mis compañeros, en la medida de lo que me permita la negociación con el empresario. Trabajo en una PYME, así que el trato es bastante personal y, realmente, todos estamos en el mismo barco, pues tenemos unas condiciones aceptables y nadie quiere perder un buen puesto de trabajo en relación a otros del mercado laboral. Todos aportamos nuestro esfuerzo para conseguir los mejores números para la empresa y poder mejorar. Pero yo no soy un esclavista, no puedo (ni quiero) obligar a nadie a que me haga caso. De hecho, si me encargo de las labores sindicales es por que nadie en mi trabajo quiere hacer el papeleo...y encima me toca de paso ocuparme del Plan de Riesgos Laborales, un auténtico suplicio administrativo.
Tus ideas son útiles en un sistema liberal, pero tenemos una cosa muuuuuuuuy distinta (se que no va a gustar a cierto sector que proclama la llegada del neo-liberalismo), así que toca ser pragmático. Y no me quiero ni imaginar un mundo donde la negociación laboral tenga que ser individual con el empresario sin arreglar muuuuuuuuuchas cosas antes. Literalmente puede ser una competición a ver quien acepta trabajar por menos...y en un mundo globalizado como el que actualmente tenemos, esa competición puede ser enormemente numerosa. Para lograr algo como lo que propones, tendríamos que tener un nivel de riqueza mundial mucho más elevado y/o repartido y, sobretodo, unos servicios básicos para toda la población, que les permita realizar una negociación contractual teniendo algo con lo que negociar aparte de su fuerza de trabajo. Vamos, que no tenga que decidir entre la miseria y el hambre o las condiciones que le ofrecen (esto ocurre actualmente, no digo que sea característico de un sistema liberal).
Las masas...bueno, las masas van donde les mande el cabrero, el flautista o el perro pastor. El pensamiento crítico, la personalidad propia, la capacidad de adoptar tus propias decisiones sin ser arrastrado por la presión social, no son precisamente cualidades comunes en nuestra sociedad...y, si te soy sincero, en ninguna de la historia a gran escala.