Estados Unidos y Cuba normalizarán sus relaciones tras más de 50 años de desencuentro.
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La liberación de Alan Gross y de un agente de inteligencia por parte de La Habana, y de tres espías cubanos por parte de Estados Unidos, permitió llegar a estar acuerdo que pone fin a otro de los capítulos de la Guerra Fría.
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Obama aseguró que apuesta por "una Cuba más libre y más próspera", y anunció la apertura de embajadas, mayores facilidades a los viajes a la isla y otras disposiciones económicas.
Noticia de alcance histórico en el continente americano. Tras más de 50 años de inexistentes relaciones entre Estados Unidos y Cuba, ambos países anunciaron hoy un deshielo diplomático y económico que pone fin a otro de los capítulos de la Guerra Fría.
Al parecer, Washington y La Habana llevaban meses negociando, con la intermediación del Papa Francisco y bajo el auspicio de Canadá. Hoy se han salvado los principales escollos para lograr un acuerdo.
Ambos países pedían la devolución de varios presos de alto valor. Estados Unidos solicitaba la liberación del estadounidense Alan Gross, preso en La Habana desde 2009, y de un agente de inteligencia que llevaba 20 años encarcelado en la isla, según reveló Obama. Por su parte, Cuba pedía la excarcelación de tres espías cubanos, integrantes de la "Red Avispa", en prisión en Estados Unidos desde 2001.
Ayer culminaron las negociaciones con una llamada de teléfono entre el demócrata estadounidense y el líder comunista. Así, una vez cumplidas las condiciones de devolución de prisioneros, en sendas comparecencias en Washington y La Habana, celebradas a la misma hora (6 de la tarde en España), Obama y Castro anunciaron una nueva etapa en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba.
Una nueva era entre ambos que, a priori, irá más allá de meras buenas palabras, y que incluirá la restitución de sus respectivas embajadas. También prevé medidas económicas que favorezcan las conexiones bancarias y financieras, envío de remesas, etc. Y facilitar los viajes a la isla.
Se trata, según el presidente de Estados Unidos, del cambio más significativo en la política de Washington hacia Cuba "en más de cincuenta años".
Obama dijo que es hora de poner fin a una política hacia Cuba que está "obsoleta" y que "ha fracasado durante décadas", mientras Castro anunciaba también el "restablecimiento de las relaciones diplomáticas" y "medidas mutuas para mejorar el clima bilateral".
Además, Obama ha pedido a su secretario de Estado, John Kerry, que revise la inclusión de Cuba en la lista de países a los que EEUU considera patrocinadores del terrorismo.