Lo mio fue un golpe maestro, planificado friamente, y que aun se recuerda de vez en cuando, algunas veces que coincidimos los viejos amigos por ahi. Y lo mejor del robo, es que fue por venganza, por haberme robado 5 euros, cantidad que por aquella epoca, con 17 años, nos parecia una fortuna. Era el primer año que circulaba el euro.
A la salida del instituto, entre en el kiosko que habia cercano, ese que nadie iba porque el dueño era un borde, te atendia de pena, y a mis compañeras las desnudaba con la vista. Un ser repulsivo. Pedi que me hiciera unas fotocopias, pago con un billete de 10, me da la vuelta, unos 8,50 mas o menos.
Por la tarde, luego de entrenar, tomando una cocacola en una cafeteria, pago con el billete de 5 que me habia dado el tipejo del kiosko y, oh sorpresa... era falso. Que vergüenza pase. Menos mal que el tio de la cafeteria me conocia y me dijo que ya se la pagaria la proxima vez.
Al dia siguiente pase otra vez por el kiosko, aun a sabiendas que el tipejo se haria el tonto, le dije que el dia anterior me dio la vuelta y el billete de 5€ era falso. Efectivamente, su respuesta fue "te lo darian en otro sitio chavalin, a mi no me vengas con milongas". Yo sabia perfectamente que habia sido alli, ya que de aquellas no sueles comprar aqui y alli, y que ademas, me llamo la atencion que las monedas las saco de la caja registradora, pero el billete no, lo tenia sobre esta, digamos, como perfectamente apartado. El dia anterior no le habia dado importancia, pero luego todo cuadraba. Estaba esperando la ocasion de colarselo a alguien. Le conteste que pues nada, reclamaria en otro sitio que recordase haber comprado, pero por dentro pensaba "te equivocaste de chavalin, joputa, te vas a cagar"...
Comence a planificar la venganza, pensando en algo que realmente le jodiera, y tras darle vueltas, se me ocurrio. En el mostrador del kiosko tenia un expositor de uno bronceadores marca Hawaiian Tropic, que de aquellas eran populares, y bastante caros, y al ser primavera casi verano, ya estaban vendiendo. Costaban 14 euros cada bote. Me asegure comprador, y varias compañeras de clase estaban interesadas. Se los dejaria a 8 euros cada uno. El problema es que eran 5 las interesadas. La ventaja es que eran 40 euros en total. Ganancia, 35 euros quitando el billete falso.
Deje pasar una semana, para que el tipejo no sospechara nada, y a ultima hora de clase de ese viernes, comence los preparativos. Rellene la manga izquierda de un trescuartos perfecto para la ocasion, y que, aunque ya estabamos en casi verano, en Asturias aun hacia fresco algunos dias, y ademas ese justamente, llovia, por lo que mi atuendo no levantaria sospechas. El relleno eran dos tubos de carton, uno a modo de brazo y el otro de antebrazo, cosa que al poner la manga, digamos, a 90°, pareciera mi brazo. Acto seguido, rellene un guante con mucho papel, y lo pegue con cinta. El brazo falso ya estaba listo. Para que no se notara, enganche el guante a la tira de la mochila, a modo de llevar sujetando una tira con la mano. La mochila la llevaba en la espalda, por supuesto.
Mi brazo verdadero quedo metido por debajo del 3/4, con la cremallera abierta, pero los botones abrochados, menos en la zona del estomago. Por alli sacaria la mano y cojeria los botes.
Entro en el kiosko, con mi mano visible le doy unos folios para hacer fotocopias, pero se los voy dando en tandas, para que el tipejo tuviera que hacer varios viajes hasta la fotocopiadora, dejandolos apoyados en el mostrador para solo tener que usar una mano. Con cada viaje, mi mano escondida pillaba 2 botes, y los guardaba en la sudadera que llevaba debajo, en el bolsillo tipo canguro de esta.
La cuestion fue que me dio tiempo a pillar los 5 que necesitaba, y 3 mas de propina, dejando solo 3 en el expositor, mas que nada porque ya no me entraban mas, y tambien por un poco de pena, pero sobre todo, era un tema de escacio. Ya iba repleto de botes. Le pago las fotocopias, las cojo con mi mano visible, y antes de salir por la puerta le digo "por cierto, los 5 euros falsos me los diste aqui, fuiste tu, estoy seguro, pero no te preocupes que ya los coloque en. otro sitio. Te lo digo mas que nada para que no te la vuelvan a colar a ti, y tu no se la tengas que colar a otro chavalin como yo", y sali sin darle ocasion de responder.
El golpe fue todo un exito, y aquel verano, mis compañeras de clase pillaron un bronceado cojonudo.