LOS CURAS PEDERASTAS: UNA NOTICIA QUE NO ES NOTICIA
Esta es una triste historia. Una nueva historia de abusos a menores en el seno de la educación privada católica, que debería hacernos reflexionar dónde y dónde no podemos (o debemos) dejar a nuestras hijas e hijos.
Ocurrió hace años. Esta, es la historia de Teresa, una estudiante, y Luis, un cura con cierto gusto por los menores:
«Se aprovechó de mí. Yo le contaba todo porque era muy buena persona conmigo, pero me decepcionó», añade Teresa. Uno de los días que no regresó al Colegio Católico Privado Niño Jesús de Valencia, la Policía la identificó en la calle y le preguntó por qué se ha había fugado. Ella no contestó, pero una amiga que le acompañaba desveló su horrible secreto. «No quiere volver porque un cura le mete mano», dijo la menor.
Tras denunciar los abusos, la Policía Autonómica y la Fiscalía de Menores se convirtieron en los únicos garantes de sus derechos. «De la Fiscalía no tengo queja, pero de otros sí. Me dieron la espalda los que debían protegerme», asegura Teresa. «Hablé con el señor director y me dijo que no creía que Luis fuera capaz de hacer lo que yo decía. Eso me dolió mucho», señala la joven.
«En el juicio me sentía la acusada en vez de la víctima cuando me preguntaba el abogado de él», agrega. Tampoco entiende por qué la trasladaron a la sala con las muñecas engrilletadas y culpa de esta humillación a los responsables del centro. «Lo de las esposas fue muy fuerte. Me trataron como si yo fuera una delincuente peligrosa. ¿Cómo me iba a escapar si yo quería ir al juicio? Tenían que haber hablado con los policías para decirles que no había ningún riesgo de puñetera fuga. ¡Joder!, yo era la víctima», afirma con indignación.
El desinterés de los responsables públicos de la Generalitat sobre el Centro Católico fue reconocido en un escrito por la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana. La falta de cooperación del centro en el que estaba cursando estudios la chica favoreció su desatención antes, durante y después del juicio.
«Mucho derecho del menor..., pero cuando necesitaba apoyo de verdad no lo tuve. La sentencia no sé si es justa porque yo no sé de leyes, pero a mí me hicieron mucho daño. Primero él y luego los que decían que yo mentía», asegura Teresa.
Por suerte, algunos de nuestros dirigentes se posicionan no sólo en contra, sino que lo trasladan a las más altas instancias políticas, para visibilizar este grave problema que aqueja a nuestra sociedad en lo referido al abuso de menores por parte de curas. La última, Ione Belarra, en el Congreso (noticia de la que se hace eco Pablo Iglesias):
En esta noticia leemos:
"La Iglesia Católica ha sido cómplice demasiadas veces en nuestro país encubriendo la violencia sexual y esto tiene que terminar". Las palabras de la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, durante el debate anterior a la aprobación de la Ley Orgánica de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia, ha desatado la ira de los obispos españoles, que han denunciado a la ministra por "ensuciar" a la Iglesia con "una acusación gravemente injusta" que "no se corresponde en absoluto con la verdad".
Aunque seguimos avanzando para minimizar esta problemática que lleva años y décadas arraigada en lo más profundo de la Iglesia Católica, parece que aún no podemos decir que nos hayamos librado de ella. Sigue ahí, muy patente.
LA (otra) VERDAD
No, la noticia no es falsa, pero está alterada. Es decir, los objetos de delito han sido otros, y la realidad está aquí:
Con esta pseudonoticia no pretendo señalar a nadie, simplemente abrir debate en cuanto a la repercusión mediática y política dependiendo del caso. Sobre todo en determinados ámbitos, parece que el posicionamiento es opuesto.
Recordemos que en cierta autonomía se ha votado (de nuevo) a finales de Marzo en contra de abrir investigación para dilucidar lo ocurrido en centros de menores de dicha comunidad.
Al mismo tiempo, los mismos partidos políticos se mantienen firmes ante la dura crítica (y justificada y necesaria) hacia los abusos en el seno de la Iglesia, mientras se ponen de perfil en sucesos análogos que afectan a estos "otros ámbitos" (y de hecho votan en contra de que se investiguen, aún no entiendo porqué).
¿Mantenemos nosotros como sociedad esta dicotomía en el posicionamiento moral, dependiendo de quién sea la persona que haya cometido el delito? ¿Estamos por la labor de investigar, penar y escarniar públicamente a todo aquel que se atreva a cometer semejante vejación de una persona menor de edad?
Me parece un tema de debate interesante. Adelante.
Referencias:
- https://www.lasprovincias.es/sucesos/contaba-creia-20210325214903-nt.html?ref=https:%2F%2Fwww.lasprovincias.es%2Fsucesos%2Fcontaba-creia-20210325214903-nt.html
- https://www.eldiario.es/sociedad/obispos-acusan-ione-belarra-ensuciar-labor-iglesia-subrayar-encubrimiento-abusos_1_7828602.html
- https://www.abc.es/espana/abci-baleares-rechaza-nuevo-investigar-abusos-menores-tutelados-202103301859_noticia.html
PD. Lo pongo en "política" ya que incluye declaraciones políticas, y para que no se enfade el mod de turno.
PD2.