No hace falta manifestarse, esta clase de injusticias populares que la mayoría ve como algo correcto nos beneficia y fortalece a los hombre mientras que consagra a las mujeres como el sexo débil que necesita culpar a los hombres de sus propios errores y arrepentimientos.
En casos recientes, por ejemplo, Miki Nadal, ha aprendido una valiosa lección que hará de él una persona más crítica y sensata si cabe, mientras que las listas de su mujer y suegra necesitan que el estado y las leyes las ampare para sustentar su falsa creencia de empoderamiento frente al hombre.
Todas las injusticias que estamos viendo en las que las mujeres aprovechan las leyes para manipular a los hombres demuestran su debilidad, que hay que tratarlas como si fueran enajenadas mentales cuando están en plenas facultades.
Aunque no hay que reducir esto a una lucha hombre vs mujer, ni todos los hombres somos santos ni todas las mujeres son débiles manipuladoras.
Pero se está fomentando la dependencia de la mujer de leyes y ayudas para solucionar sus problemas de los que culpa al hombre, y se está tomando como algo normal y correcto... Y cuando se vengan a dar cuenta de que eso solo las ha hecho más débiles si cabía, ¿de quién sera la culpa? Correcto, de los hombres.