#294 El problema de Pizzagate es que el propio protagonista ha mentido descaradamente con algo relacionado con el caso, cuando en una entrevista para un revista años antes de pizzagate presume de su sótano y de todos los alimentos frescos que allí guarda para luego dar otra entrevista post pizzagate para asegurar que todas esas teorías que hablan de un sótano son mentira por que dicho sótano no existe.
Partiendo de esta base, Alefantis es un mentiroso y no es de fiar, si ya tenemos en cuenta el contenido que subía a Instagram y que se apresuró a ocultar cuando salió lo del pizzagate pues yo la opinión me la guardo pero hijo de puta se me queda corto.
La cosa es: ¿qué se puede hacer contra esta gente? Porque lo de Epstein ya se sabe y está pasando... Exacto, nada. ¿Y por qué Maxwell no canta todo y desvela dónde están los vídeos? Tiene que haber pruebas gráficas de todo, por cojones.
Usando el sentido común cuando el FBI entra a la isla y la pone patas arriba, allí tiene que haber grabaciones de cámaras de seguridad a cascoporro, pero es que es lo de siempre, a la autoridad donde llegan esos vídeos se le hace una llamada para que los vídeos sean destruidos o guardados bajo llave, es lo que hacen siempre, y no necesitas tener comprado a todo quisqui simplemente a los contados individuos que se situan en un puesto de poder y que tienen la influencia necesaria para ser la voz de autoridad.
Si te pones a estudiar los casos más sonados de asesinatos/suicidios mediáticos en España, todos están llenos de chapuzas, autoridades jurídicas que van a levantar cuerpos y se dejan el cuerpo, policías que se dejan casquillos en la escena del crimen, autopsias mal hechas, no se comprueban debidamente las pruebas, se solicitan accesos a sumarios y ponen trabas o directamente te deniegan el acceso, se avisa a sospechosos de que sus domicilios van a ser intervenidos y podría seguir, pero llama la atención la cantidad de chapuzas que se han visto, lo único que te queda pensar es que no se puede ser tan imbécil o tan incompetente para cometer tantas negligencias sin ser a propósito.