OS DEJO UN TOCHACO DE MIS OPINIONES SOBRE EL DINERO PARA QUE OPINEIS.
La economía distribuye de alguna forma nuestras condiciones y limita nuestras acciones dependiendo de nuestra contribución a la sociedad. Los anarquistas ven esto como vivir para trabajar, perder tiempo para ganar algo que nos hacen creer que es importante; papel y pedazos de metal que objetivamente no son más que cacharros. Tiene su miga, porque realmente estamos vivendo de algo tan subjetivo y abstracto que no todos nos paramos a pensar si es realmente justo. Pues el dinero palia todas nuestras necesidades, pero no la de todos. La pobreza que experimenta el mundo contemporáneo se produce por la lucha económica que cada día se libra, en nuestro día a día, e influye absolutamente en cada hábito nuestro.
La pregunta quizás sea: ¿Por qué hay gente pobre? Bueno, es complejo, porque cada región vive una situación única, pero en mi opinión todas son consecuencia de esta escamuza de poder.
Veamos, divido en secciones para argumentar:
INTERESES
Escucho gente criticar a la izquierda por no apoyar a Guaidó en el gobierno Venezolano, pero tiene sentido no intervenir en la democracia de un país, y no me mal interpretéis, es necesario darle un lavado de cara al gobierno venezolano. Pero el problema está en quien debe decidir, pues si Estados Unidos y Europa apoyan este destrono del régimen de Maduro quiere decir que buscan un claro interés. Luego Rusia o China no ven con buenos ojos esto. Es algo tan universal como respetar la decisión de un pueblo, y nos guste o no Chávez fue votado democráticamente al igual que Maduro, pues buscar una alternativa que arregle esta situación sin alimentar un interés lo dificulta mucho.
Para reforzar este arguemento, que decir de las dictaduras y los regímenes de muchos países africanos, nulos son los gobiernos y medios de comunicación que miran esta olvidada región del mundo en cuentión a derechos sociales. Más que olvidada, ignorada. Uganda o la Republica del Congo son obvios ejemplos, pero ni siquiera hace falta acusar al estado político de estos países, gran parte de estas democracias permiten trabajos sin seguridad laboral y condiciones en contra de toda moral que no apoya la Unión Europea y cualquier país primermunidista. Quizás ver este desequilibrio mediático nos da alguna pista.
BIENESTAR
Que decir, vivo inmejorablemente en mi país, tengo la enorme suerte de nacer en estas circunstancias. Pero los productos que gozamos los españoles vienen sobre todo de las reservas del mundo, de los países tercermundistas, por ejemplo los ya mencionados antes.
Me alimento de patatas de Francia o mangos de Suramérica o la India, pero no puedo consumir los productos más cercanos y de mayor calidad que puedo tener. La costa subtropical de Andalucía brinda frutos tropicales que los españoles podríamos utilizar reduciendo la huella de contaminación que dejan los productos extranjeros. No necesitan un gran transporte ni una larga conservación en cámaras frigoríficas, pero estos productos viajan a los nortes de Europa, o a China como es el caso de la carne de cerdo. Es triste que aquellos que hayamos provado un tomate en condiciones tengamos que comer tomates que no saben a nada, recordando lo que fue la calidad de verdad.
Debemos juzgar cuando la calidad económica de un producto también es influenciada por el poder adquisitivo de distintos países. Pero este tema lo profundizo para luego. Esto impacta en el campo español, los agricultores no cobran una cifra que les beneficie en proporción justa por los negocios internacionales que buscan minimizar esta compra directa con el trabajador. El bienestar que cada país busca preservar e incrementar su calidad de vida, cambiando por completo la regulación equitativa de oferta y demanda, siendo desequilibrado para aquel que su nación deba comprar productos lejanos, “condenado” a la desigualdad.
NECESIDAD
Esto ya es más peliagudo. Estoy completamente seguro que en este planeta muchos experimentan el abuso de poder, alterando lo que es necesario por caprichos cuando es completamente evitable. Explotamos productos de toda gama y variedad, siendo muchos de ellos necesarios y otros no tanto. Los materiales que conforman el aparato en el que estoy escribiendo resultan realmente costosos, la tecnología es cara, no todo el mundo puede acceder a ella. Si todas las personas tuvieran un coche no duriaríamos ni un asalto, pero todos podemos tener bicicletas y acceder desde un dispotivo móvil a internet, no hace falta un ordenador de altísima gama. La cuestión es quién debe tener un coche o un pepinaco, y quien no.
La necesidad de la pobreza quizás sea un mito, pero es natural que el exceso de gente que desborda la Tierra cuestione esto. ¿Por qué yo debo gozar de mis caprichos? Pensando en produndidad hace sentime incluso un monstruo, o alguien que no merece lo que tiene por no actuar por los demás. Me siento absurdo viendo que puedo permitirme unas buenas vacaciones pero hay otros que viven preocupados de cuando será la próxima vez que comerán. La hipocresía es otro tema que quiero detallar.
Dichas estas tres causas, prosigo con la búsqueda de la felicidad y el dinero. La moneda detalla cada una de nuestras compras y las limita, pero es esa cualidad que toda persona busca evitar. Ser rico puede desembocar en distintos casos en mi opinión: riqueza objetiva y subjetiva. La riqueza objetiva pone de manifiesto cada una de tus ganancias y tu naturaleza emprendedora pide que las aumentes. Luego como define Séneca, rico es aquel que precisa de poco, la riqueza subjetiva se basa en la facilidad que cada uno tiene para de satisfacer nuestros caprichos y necesidades.
No todo el mundo comparte la misma visión de riqueza, vivimos en una cultura que nos premia a batallar por nuestro interés individual, ya sabéis, tener un yate o tres mansiones. Naturalmente no todo el mundo nació con ese espíritu emprendedor, pero quienes valoran su riqueza objetiva aún sin posibilidad de crecer económicamente estan condenados a vivir una vida de amargura. Es una lección de vida darse cuenta que el dinero muchas veces nos conduce a una vida difícil y de infelicidad. Todo esto depende de la persona; saber gestionar nuestras emociones, situaciones e ideas es fundamental para no caer en esta trampa.
Cuando encontramos gente en la calle que vive ahí por placer, podemos pensar que son unos locos, unos drogados o unos vagos. Pero es el vago el que se contenta con muy poco, este pasivo temperamento puede venir de una interpretación de la sociedad como una amenaza. Puede ser vivir con el miedo del alquiler, con el miedo de que te despidan o de no pagar la factura del coche. Si hay gente que ha encontrado la felicidad en un estilo de vida completamente dependiente al vicio como pueden ser las drogas o el pasar el tiempo en la calle, puede ser que nosotros basemos nuestra felicidad en la dependencia de esta sociedad. Quizás somos los colgados del dinero, buscamos el mono en cada billete, somos hasta cierto punto dependientes de lo que se fundamenta el sistema.
Diría que cada uno puede hacer del dinero un vicio o una sana necesidad que sutente varios caprichos. Aquel que consiga ser feliz a pesar de la ansiedad y las barreras que impone la sociedad habrá demostrado ser independiente. Parece que ser feliz se ha vuelto una nostalgia del pasado, porque es una realidad que la gente ahora es bastante infeliz. ¿Nos hemos vueltos unos adictos a este estilo de vida?
Para terminar, desde mi experiencia, he llegado a experimentar una mayor apreciación a mi viejo portátil que mi actual ordenador. No confundáis, este ordenador me da la vida, pero recuerdo que le dedicaba mucha más productividad y energía a mi viejo portátil, quizás porque apreciaba más a lo que menos acceso tenía. Apreciaba más soñar que de alguna forma podría instalar ese programa que requería de tanta memoria RAM, y eso me movía mucho más a buscar soluciones. Y así de simple, le sacaba más partido al escritorio de mi portátil que a mi ordenador, de las cosas más superficiales que ahora ni me paro a mirar.