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(Me remito a este texto para los que no se creen lo de la viabilidad de la independencia de cataluña)
Xavier Sala y Martín (*)
Febrero del 1998.
(*) Este escrito será ha sido preparado para una conferencia a *Omnium Cultural.
había una vez un Estado de 6 millones de personas que tenía una área de 40.000 kilómetros cuadrados. El país tenía como vecinos dos grandes potencias europeas tradicionalmente *colonialistes, las lenguas de las cuales amenazaban constantemente la existencia de la lengua local. La población autóctona, por lo tanto, se veía obligada a hablar dos (o más) lenguas. La renta per capita de este país era francamente elevada; una de las más altas del mundo. Todo un éxito económico.
Ficción o realidad? Cuando se habla de la independencia de Catalunya, la primera pregunta que los no economistas me hacen a mí (que soy economista) es si Catalunya sería viable como nación independiente. Si Catalunya no *fós viable como economía independiente, la descripción que he hecho al párrafo anterior sería pura ficción puesto que no podría paso existir. Curiosamente, pero, el país que he descrito es absolutamente factible puesto que es un país que existe y es independiente: se trata de Suiza. Suiza tiene unos 6 millones de habitantes y unos 40.000 kilómetros cuadrados. Suiza es un país rodeado por dos potencias tradicionalmente *colonialistes (Alemania y Francia) y el idioma local, el suizo-alemán (que es diferente del alemán) se ve amenazado por el francés y el alemán (además del italiano, hablado por una minoría al sur del país). Por lo tanto, antes de empezar a hablar ya se ve que los argumentos que se den en contra de la viabilidad de Catalunya como nación independiente son básicamente erróneos: si Suiza es viable (y no sólo lo es si no que es el segundo país más rico del mundo), por qué no lo debe ser Catalunya si, encima, nuestro país no está arriba de las montañas, tiene salida al mar y está mucho mes bien comunicado con el resto del mundo?
En este escrito intentaré analizar los argumentos que los *anti independentistas utilizan por tal de decir que Catalunya no es viable como país independiente.
El argumento más común es decir que Catalunya es demasiado pequeña para poder ser un país independiente. La verdad es que ningún economista serio puede estar de acuerdo con esta afirmación. Por un lado, no hay ninguna teoría económica razonable que diga que un país debe tener un mínimo *tamany para ser viable o que los países grandes son más viables que los pequeños. Por otro lado, si esta teoría existiera, seria totalmente errónea puesto que, al mundo en qué vivimos, no es cierto que el nivel de renta per capita o la tasa de crecimiento de la economía estén relacionados con el *tamany de un país (mesurado, por ejemplo, por el área o la población). Es simplemente falso que los países más granos son los más *exitosos económicamente. Y si no, como es que entre los países más pobres del mundo hay tres de los países más granos: la China, la India y Rusia? Y como es que entre los más ricos hay Bélgica, Holanda y Suiza?
Otro argumento en contra de la independencia es que un país no puede prosperar sin recursos naturales como por ejemplo tierra, gas o petróleo, y Catalunya no los tiene. Esto también es completamente erróneo. Por ejemplo, el Japón o los "tigres milagrosos" del Asia oriental (*Hong *Kong, Taiwan, Corea del Sur y Singapur) no son productores de petróleo o gas natural, y la tierra fértil a la cual tienen acceso es muy limitada (de hecho, tanto *Hong *Kong como Singapur son países de una sola ciudad!). Aún así, el crecimiento económico logrado por estos países durante las últimas décadas ha sido espectacular.(1) Es más, si aplicamos este argumento a nuestro contexto, es cierto que Catalunya, todo y disfrutar de gran cantidad de tierra fértil, no produce algunos de estos recursos naturales... pero España tampoco. Por lo tanto, la hipotética independencia no traería ninguna pérdida en este sentido.
De hecho, hay argumentos económicos que traen a concluir que tener recursos naturales puede ser malo para el crecimiento a largo plazo (los economistas denominan este fenómeno, "enfermedad holandesa" -del inglés: "*Dutch *disease"-). El argumento se podría resumir de la siguiente manera: cuando un país tiene muchos recursos naturales (cómo por ejemplo, petróleo) dedica una gran cantidad de recursos a desarrollar este sector y tiende a olvidar los otras. En particular, tiende a olvidar los sectores tecnológicos e innovadores, que son los que generan los cambios tecnológicos que garantizan el crecimiento a largo plazo. Por lo tanto, estos países se especializan en la producción de petróleo u otras materias primeras y no educan la población ni adoptan tecnologías modernas, de forma que acaban siendo más pobres del que habrían estado sin petróleo. El ejemplo típico de países que han sufrido esta "enfermedad holandesa" son México y sobre todo Venezuela, países que se han empobrecido tras haber descubierto ricos yacimientos de petróleo.
Aun cuando este es un argumento atractivo y que hay ejemplos que le dan validez, la verdad es que si analizamos todos los países del mundo a la vez (en lugar de sólo mirar México y Venezuela) nos daremos cuenta que no hay demasiada relación entre la riqueza en recursos naturales y el crecimiento económico (a la otra banda del argumento encontraremos ejemplos puesto que los dos países africanos más ricos son y *Botswana, dos países ricos en recursos naturales, concretamente en oro y diamantes). Por lo tanto, si bien no es cierto que tener recursos naturales sea bueno, tampoco se puede decir que sea necesariamente malo.
La utilización de recursos naturales, obviamente, es indispensable si se quiere lograr crecimiento económico. Y, por lo tanto, si un no tiene los habrá de conseguir de alguna forma. La manera más normal de hacerlo es a través del comercio internacional, y no paso a través de la sumisión política. Es más, en este sentido, pertenecer a un país pequeño es incluso favorable puesto que esto incentiva el gobierno y los agentes económicos a competir y mejorar puesto que la alternativa proteccionista no es factible. Los problemas que tiene ahora el gobierno español para cerrar los famosos "*astilleros" creados durante el aislacionismo del España franquista no los habría tenido nunca, un gobierno catalán. Un Estado catalán, lógicamente, debería ser un Estado abierto al comercio con todos los países del mundo (incluida España).
Un tercer argumento en contra de la viabilidad económica de Catalunya es el siguiente: "No ha lo suficiente de competir con los París, Londres, Nueva York, o *Hong *Kong, sino que ahora también voláis competir en Madrid?" Esta lógica también es *fallaciosa. Las empresas catalanas ya se encuentran compitiendo hoy en día con las empresas del resto de España, seamos o no la misma unidad política. La competencia interregional es tan o más grande que la internacional. Con quien cree el lector que compiten los hoteles catalanes de la Costa Brava? Ciertamente lo hacen con hoteles italianos, marroquíes y griegos, pero también es cierto que la gran competencia viene de la costa del sur de España o incluso de los hoteles de la costa tarraconense.
La hipotética independencia de Catalunya, por lo tanto, no traería ningún aumento *substancial del grado de competencia a qué se habrían de enfrentar nuestras empresas. Y si la trajera, pues bienvenida sería puesto que, como economistas y como consumidores hemos, de aplaudir cualquier aumento de la competencia puesto que esta tiende a traer mejor calidad y menores precios.
En esta línea, otro argumento en contra de la *indepenència es que marchar de España sería "suicida" puesto que España es nuestro mercado más grande. Es bien cierto que España es el mercado más grande de las empresas catalanas. La pregunta, pero es: por qué? es decir, por qué los españoles compran nuestro cava y veranean a la Costa Brava? Porque nos estiman como buenos compatriotas que son? O quizás porque, dados el precio y la calidad del producto, esto es el mejor que pueden hacer? Claramente esta última es la verdadera respuesta y, por lo tanto, en la medida que la independencia no haga variar ni el precio ni la calidad, los mercados no tendrían por qué perderse.
Es muy normal que el mercado internacional más grande sea el del país vecino. El mercado más grande de México son los Estados Unidos América. El mercado más grande de Taiwan se la China y el mercado más grande de Francia es Alemania. Ahora bien, que quizás esto quiere decir que estos países deben pasar a ser la misma unidad política? El lector cruz realmente que esto es un argumento favorable a qué México pase a ser el *cinquantaunè Estado de los Estados Unidos?
Hay gente que dice que la disolución de países es, hoy en día, ir contracorriente en un momento en qué Europa busca una moneda única, un sistema fiscal único, un ejército único, e incluso una unidad política. Habla de separatismo y *independentisme a finales del siglo XX es anticuado y está fuera de tono. Creo que esta línea argumental tampoco es aceptable por varios motivos. Primero, no es cierto que la tendencia a la creación de granos *supergoverns como el europeo sea una tendencia característica de finales del siglo XX. De hecho, el año 1946 había 74 países al mundo mientras que al 1995 había 192. Es decir, si hay alguna tendencia al mundo no es la de la reducción en el número de países sino exactamente al revés y, por lo tanto, la evidencia en la cual se basa este argumento es simplemente falsa. Segundo, la teoría se basa en el supuesto que la unidad política y económica es buena (y, por lo tanto, ir contracorriente es malo). Personalmente, tengo enormes dudas sobre la *desitjabilitat de todo el proyecto europeo, basado en la creación de una *superestructura burocrática que acabará por ahogar todas las economías europeas. Y tercero, no hace falta ir hacia la cooperación económica con el resto de los países europeos desde España. Se podría hacer perfectamente desde Catalunya.
Finalmente, el argumento más temido: "para obtener la independencia, hace falta una guerra y esto sería mucho más costoso que cualquier beneficio económico que se pueda derivar; que no veis el que pasa a Bosnia con la desintegración de la antigua Yugoslavia?". Esto es medio cierto y medio falso. Es cierto que la independencia es indeseable (e indeseada) si el precio que debemos pagar para obtenerla es una guerra. El que no es cierto es que la única manera de conseguirlo sea una guerra. Históricamente ha habido dos maneras de dibujar fronteras: la guerra y los matrimonios monárquicos. Aun cuando no ha desaparecido del todo, el sexo real ya no se utiliza con cuyo objeto política. La guerra, por el contrario, todavía se utiliza. Ahora bien, nos encontramos en la puerta del siglo XXI y deberemos tener fe en la libertad y la democracia civilizada. Además, la historia de las *darreries del siglo XX nos hace ser optimistas en darnos una pila de ejemplos de países como Chequia, Eslovaquia, Estonia, Letonia, Lituania y otras muchas antiguas repúblicas soviéticas que han logrado la independencia de manera pacífica.
El progreso económico se consigue a base de tener una población creativa y con ganas de trabajar, de instaurar un sistema legal que garantice los derechos de propiedad de los inversores y que incentiva las empresas a innovar y adoptar nuevas tecnologías, de disfrutar de un sistema educativo que ayude la población a ser cada vez más productiva, y de tener un buen gobierno que incentive el comercio interior y exterior, que no ahogue la economía productiva con impuestos excesivos, con una burocracia arbitraria o con corrupción intolerable, y que mantenga una estabilidad fiscal y monetaria. Desde este punto de vista, la independencia sería indeseable si se demostrara que unos hipotéticos gobierno e instituciones catalanas funcionarían peor que un gobierno y unas instituciones españoles. Hoy en día no sabemos como lo haría un gobierno catalán. El que sí sabemos es como lo ha hecho y como lo está haciendo un gobierno español. Y la verdad es que aquí las cartas no están a favor de los españoles.
La historia reciente nos muestra que la independencia de Catalunya es cada cuanto más viable. Los estudios recientes muestran que el aumento del comercio internacional va atado con la viabilidad económica de nuevos países. El argumento es que el comercio internacional es un buen sustituto de la unión política como herramienta de *engrandiment de los mercados y a medida que los mercados internacionales se hacen grandes, es menos necesario tener un país grande para poder vender los productos de forma que cuando el comercio internacional aumenta, las tendencias independentistas también lo hacen. En un artículo escrito últimamente a la Universidad de Harvard, los profesores *Alesina y *Wacziar han demostrado que a la reciente historia del siglo XX estas tendencias se confirman, lo cual quiere decir que, no sólo la independencia de Catalunya es factible, sino que cada vez lo es más.
Con este escrito he intentado dejar de banda el patriotismo y el nacionalismo romántico para centrarme exclusivamente en la viabilidad económica de un Estado catalán. No estoy diciendo que la independencia siente deseable (esto sería otro tema de debate(2)) o que no haya argumentos no económicos que se hayan de valorar a la hora de pedirla. El que sí que estoy diciendo es que no habría de haber el menor asomo de duda que la independencia es absolutamente factible desde un punto de vista económico. Hace falta pensar.
- Y esto es cierto incluso si tenemos en cuenta la *batacada financiera que algunos (no todos) de estos países han sufrido recientemente.
- Un argumento económico importante que se habría de utilizar a la hora de valorar los costes y los beneficios de la independencia es el del déficit de la balanza fiscal catalana. El reciente estudio del Instituto de Estudios Autonómicos aprecio que el déficit de la balanza fiscal catalana respecto de España durante los años noventa ha estado de unos 900 mil millones de pesetas aproximadamente (aun cuando la tendencia reciente ha sido bajista, la cifra sigue siendo espectacular). Qué quiere decir, esto? Bien, los catalanes pagan unos ciertos impuestos en Madrid. De estos impuestos, una cantidad vuelve a Catalunya en forma de gasto público, de pagos de la seguridad social, etc. Otra parte, pero, se queda en Madrid y nunca vuelve. Esto es el déficit de la balanza fiscal catalana, y este dinero han sido, durante los años noventa, alrededor de 900 mil millones de pesetas. Para hacernos una idea de qué quiere decir 900 mil millones de pesetas, dividís esta cifra por 6 millones de habitantes y os saldrá 150.000 pesetas por persona. Esto quiere decir que una familia típica catalana de cuatro miembros (padre, madre y dos niños) paga cada año unas 600.000 pesetas en Madrid que nunca vuelven. Que se pregunte el lector qué haría con 600.000 pesetas extras cada año: ir A *Disney *World (el de Florida, no el de París) toda la familia cada verano? Comprarse una *caseta más grande (600.000 pesetas cada año son 50.000 pesetas cada mes que se podrían utilizar para pedir un crédito para una vivienda más grande y lujoso)? Comprarse un coche de 1,2 millones cada dos años? O bien comprarse un *BMW cada cinco años? Se pueden hacer muchas cosas con 600.000 pesetas más cada año, oi que sí? Pues olvidaos porque estas pesetas no vuelven nunca en Catalunya...y esto es un coste económico importante. El beneficio principal de todo este espectáculo, nos dicen, es la "solidaridad interregional". Pero una cosa es la *solidaridad y la otra que te roben la cartera.