El cantaor flamenco Antonio Núñez Montoya, El Chocolate, de 75 años, falleció anoche en su domicilio del barrio de la Macarena de Sevilla como consecuencia de un cáncer que se le detectó hace unos meses, han confirmado fuentes de la familia.
Antonio de la Santísima Trinidad Núñez Montoya, que era su nombre completo, nació en Jerez de la Frontera (Cádiz)aunque su nacimiento artístico fue en Sevilla, ciudad a la que se trasladó siendo un niño y en la que aprendió a amar el flamenco.
Alumno de Vallejo, El Sevillano, Los Pavones y otros grandes maestros, se decantó por el flamenco porque le proporcionó las primeras pesetas para vivir, lo que le obligó a relegar a un segundo lugar su principal afición, el fútbol.
Sus escenarios favoritos eran los aledaños de la sevillana Puerta de la Carne, donde cantaba sus fandangos y luego pasaba la bandeja, y los bares del barrio de Triana y La Alameda, donde se concentraba la esencia del arte flamenco en la Sevilla de finales de los años 30.
Su primera actuación como profesional se produjo en el Teatro Zorrilla de Melilla, desde donde pasó a tablaos sevillanos y madrileños, además de enrolarse en diferentes compañías con las que recorrió Europa y América.
A principios de los años 60, y coincidiendo con la aparición de los festivales flamencos, El Chocolate intensificó sus actuaciones en solitario dejando siempre constancia de una gran pureza cantaora como representante de las escuelas más clásicas.
Durante su carrera profesional fue distinguido con los principales galardones del panorama flamenco, entre ellos el II Giraldillo del Cante. El Chocolate recibió en 2003 la Medalla de Andalucía por "su aportación al flamenco más clásico y su gran pureza cantora".