El director general de Traducción de la Comisión Europea, Karl-Johan Lönnroth, tiene previsto anunciar hoy a sus subordinados una redistribución de efectivos para el año entrante que supone un drástico recorte en el número de traductores de español. Con más del 25% de reducción según los planes previstos, la lengua de Cervantes se convierte, con mucho, en la más sacrificada de las 20 que ahora son oficiales en la Unión, al nivel de algunas otras habladas por una fracción de la española. No parece la mejor guinda para el pastel del cuarto centenario del Quijote.
La eurocracia de Bruselas se armará de números para defender su propuesta. Pero fuera de la anécdota de un alto funcionario que parece no saber lo que tiene entre manos -el director general asegura que el español es hablado en España por 30 millones de personas-, alguien más es responsable del desatino y algo habrá que hacer para evitarlo. El Gobierno ha dedicado atención preferente durante año y medio a defender nuestras lenguas vernáculas en las instituciones europeas.
Fuente : El País, editorial de 28/11/05
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