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Me he reido bastante leyendolo:
Del concurso de relatos de El País:
Cómo deben ser los trabajos literarios. Los trabajos deberán ser relatos breves, cuentos o ensayos, siendo la extensión máxima de los mismos inferior a 600 palabras (procesador Word), no debiendo superar el archivo informático que lo contenga los 200k.
Está bien que especifiquen que se trata de palabras de procesador Word. Porque los procesadores libres, como el Open Office o el Abiword, sepa dios lo que consideran una palabra. Igual escribe cualquiera, pongamos por caso, zurzulludo, que ninguna persona de bien (y menos el procesador Word) consideraría una palabra, y va y la cuenta. O lector@s. O Zalacaínelaventurero.
Hay que ser serio con las palabras. Sólo el único y verdadero procesador es capaz de dar la medida correcta del número de palabras.
Y de los Ks, por supuesto. Amosavé. Una palabra de media tiene 8 letras. 600 palabras son 4800 letras. Vale, más 600 de espacios. 5400 letras, 5400 bytes. En UTF8, si quieres complicarlo, 10 Ks, 10000 bytes.
Pero no, permiten hasta doscientos Ks. Divididos entre el número de palabras, da 341 bytes por palabra. Eso no son palabras, son palabrotas. Palabrones. A ver si es que hay que participar en finlandés, o en alemán, o chino (usando codificación BIG-5), y no nos hemos enterado.
Ah, no, ya lo pillo. Es que los relatos tienen que ir en ballleeeeeneeeeeeeessssssss. Haber empezado por ahí, caray.