Las caídas de salarios y subidas de precios restarán poder adquisitivo
El Gobierno prevé una caída del 0,5%. Los expertos son más pesimistas
La reforma de las pensiones y de la administración, pendientes
Los expertos reclaman cerrar algunas estaciones y aeropuertos
Las previsiones coinciden. El próximo año no será todavía el de la recuperación de la economía española. Como mucho se logrará un moderado e incipiente crecimiento en la última parte del año.
"A lo largo del año irá reduciéndose la tasa negativa de crecimiento y podría haber una intertrimestral positiva en el último trimestre o en el primero de 2014. El empleo continuará cayendo (sobre todo el público), aunque cada vez menos intensamente y no empezará a crecer hasta bien entrado el año 2014", explica José María Serrano, catedrático de la Universidad de Zaragoza.
Pese a que pueda producirse algún crecimiento de la economía de un trimestre a otro. El balance anual será negativo. El Gobierno espera para 2013 una caída de la economía del 0,5%. Sin embargo, los expertos creen que esos pronósticos son demasiado optimistas. Por ejemplo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé una caída de la economía del 1,3%.
"Nosotros también somos más negativos que el Gobierno. Lo cierto es que la caída prevista de medio punto es menor que la perspectiva que maneja el promedio del mercado de un descenso de un 1,5%", afirma José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España.
"Aunque es posible que en la segunda parte del año veamos cierto crecimiento económico, no habrá recuperación del empleo. Habrá una estabilización del empleo en el sector privado y puede haber crecimiento en sectores enfocados al exterior. Pero vamos ver una destrucción importante del empleo público porque aún no se ha realizado su ajuste", afirma Juan Carlos Martínez Lázaro, de IE Business School, quien también apunta que crecerá en el sector financiero.
El FMI pronostica que el desempleo en España seguirá creciendo el próximo año, cuando tocará techo con una tasa del 25,1%.
'Asfixiar la población'
El sector exterior, con las exportaciones en crecimiento, será el principal motor económico el próximo año. "No podemos esperar nada del sector público y tampoco del consumo, al menos hasta 2014", añade Martínez Lázaro. El déficit comercial se ha reducido un 28% en los diez primeros meses del año.
La economía española ha mejorado en competitividad en los últimos meses debido a que se realizado una devaluación interna de la única manera posible ahora que el control monetario está en manos del Banco Central Europeo: con bajadas de salarios. "Es un proceso que se ha acentuado con la reforma laboral", añade Martínez Lázaro.
"Pero hay un riesgo muy importante. Que todo ese ajuste, que era necesario y que se ha realizado sobre sueldos y salarios, sea absorbido por el incremento de impuestos, del coste de la energía y de los costes financieros", asegura el economista. "Si esos sacrificios son absorbidos por el Estado mediante mayor cargas impositivas, no habrán servido de nada. Asfixiamos la población", concluye el profesor de IE Business School.
En definitiva, los ciudadanos españoles vivirán un recorte de su poder adquisitivo debido al aumento de la inflación y de los impuestos, por ejemplo se recortan las deducciones en vivienda, a la vez que seguirá, más que previsiblemente, el recorte en los salarios.
"El ajuste debería haberse cargado más sobre la reducción de los gastos que sobre el aumento de los impuestos. En especial me parece negativo el de los impuestos directos", coincide José María Serrano, de la Universidad de Zaragoza.
¿Más recortes y ajustes?
Es de esperar que la bajada del déficit sea el eje que prime la política económica el próximo año. Probablemente, la Comisión Europea dará más tiempo a España para que cumple el objetivo de déficit, que marca un 3% del PIB para 2014, lo que obligaría a un esfuerzo descomunal en plena recesión a la vista que este año quedará finalmente en el entorno del 7% frente al 6,3% previsto para todas las administraciones públicas.
El objetivo para 2013 está en el 4,5% del PIB, muy complicado de cumplir si se confirma el desvío en un punto de este año. "Las reformas que aún quedan pendientes son las de las pensiones, avanzar en el mercado único y especialmente racionalizar y aclarar de una vez por todas el modelo autonómico", afirma Martínez Campuzano, de Citi.
En el mismo sentido apuntan Martínez Lázaro y José María Serrano, quienes ven vital "eliminar las duplicidades" que existen en la administración. "Además, hay que suprimir aquellas infraestructuras que tienen coste de funcionamiento alto y baja ocupación (aeropuertos y trenes). También acomodar el Estado de bienestar a nuestra situación económica, reduciendo el gasto en pensiones (se puede hacer manteniendo o mejorando la equidad, al reducir las más elevadas y las que están complementadas por las empresas y mantener o elevar levemente las más bajas), limitando el crecimiento del gasto sanitario (con una revisión del catálogo de prestaciones y de los protocolos de actuación) y reformando las prestaciones por desempleo", añade el economista de la universidad de Zaragoza.
"Es imposible mantener estructuras sin pasajeros. No debe temblar el pulso en cerrar las que no sean viables. También las empresas abren proyectos que en un momento determinado hay que cerrar", ahonda Martínez Lázaro, de IE Business School.
Los expertos consultados sí que creen que la última reforma financiera -el Gobierno 'popular' ha hecho dos en menos de un año- va en el buen camino y permitirá solucionar los problemas del sector, golpeado por sus créditos a las empresas inmobiliarias.
Rescate
Respecto a la petición de ayuda financiera a Europa, los analistas parecen aprobar de momento la actitud del Gobierno de esperar mientras se pueda colocar deuda en los mercados aunque sea a precios aún muy caros. "Creo que hace bien, porque la situación financiera ha mejorado y porque es difícil pedir financiación sin conocer las condiciones. Acaso después de las elecciones alemanas cambie esto último", asegura José María Serrano.
"Lo que sí necesita España es una bajada de la prima de riesgo y la apertura de los mercados mayoristas de crédito para bancos y empresas y eso es posible que requiera la intervención del BCE en los mercados secundarios, o ayudas específicas o finalistas, como la del sistema financiero, más que un rescate como los anteriores. Lo sabremos en los primeros meses del año, cuando se conozca el déficit de este año, las primeras subastas y el resultado en Alemania", añade el economista.
"En cualquier caso, si la tregua de los mecanismos se rompiera y la prima de riesgo volviera a niveles de verano, con activar el rescate bastaría", concluye Martínez Lázaro, de IE Business School.
FELIZ AÑO NUEVO!