Algunos ya lo conoceréis, pero otros no. Sir Nicholas Winton fue un señor que durante el Tercer Reich salvó de la muerte a 699 niños -y pudieron ser muchos más- y los llevó a su Inglaterra natal donde vivieron prosperas vidas alejados de la guerra.
Antiguo empleado de la bolsa de valores inglesa allá por 1939, recibió una llamada de Checoslovakia de alguien que buscaba ayuda para crear un plan de traslado para niños en una zona que iba a ser invadida por los nazis. Este señor, en shock, dejó sus vacaciones a la mitad y se dirigió corriendo para prestar el máximo de ayuda posible.En un hotel y de forma improvisada creó un registro donde los padres podían inscribir a sus hijos para que fueran evacuados y reubicados en nuevas familias lejos de la guerra. Como no era una tarea sencilla pidió ayuda a iglesias, asociaciones, instituciones y colectivos ingleses y la respuesta fue muy positiva consiguiendo encontrar hogar para todos los niños y sufragando los gastos gubernamentales y las tasas de desplazamiento de los pequeños.
Había conseguido salvar a 699 niños cuando Inglaterra declaró la guerra a Alemania y el bombardeo de las costas inglesas comenzó dando lugar a un conflicto largo y penoso que gracias a la tenacidad de los anglosajones consiguieron superar sin llegar a ser conquistados.
Años más tarde, en 1988 se reunió, por sorpresa, en un programa de televisión que narraba su historia, con muchos de los niños que salvó, dando lugar a una emotiva escena.
Sir Nicholas Winton, titulo concedido por la misma Reina de Inglaterra reconociendo su obra, murió a los 108 años tras haber vivido una larga vida, vida que sirvió para que muchos otros pudieran tener la suya.
Estatua en Praga en su honor
