Emilio Lledó: el nacionalismo como ideología no es científico ni racio

Hipnos

Replico aquí un fragmento de la entrevista "La izquierda que viene", donde se entrevista a Emilio Lledó. La entrevista tiene 20 años:

P.- ¿El nacionalismo es compatible con las ideologías de izquierda? ¿Cómo analiza los nacionalismos vasco y catalán?

R.- Me gustaría evitar las trivialidades, al ser tan sensible el tema. Y me gustaría, al mismo tiempo, tocarlo con la suficiente neutralidad y con la suficiente lucidez. Es un problema que yo no siento, eso lo tengo que decir ya de entrada. No es mi problema. Yo nací en Sevilla, de familia andaluza de muchas generaciones, de ascendencia navarra, creo, por parte de mi madre, y mediterránea, por parte de mi padre. He vivido muchos años fuera de mi país, he sido profesor de instituto en Calatayud, en Valladolid, luego en Alcalá de Henares, más tarde profesor en la Universidad de La Laguna, en Barcelona… He estado poco tiempo encerrado en las bardas del mismo y monótono corral. Por lo tanto, he tenido siempre una aversión a la venta del nacionalismo que hacen muchos políticos y al discurso con el que venden ese nacionalismo, un discurso muchas veces para tontos, para que les voten, un discurso en el que probablemente no creen pero es la venta que hacen porque detrás de muchos de esos nacionalismos no está el sueño idílico de una patria maravillosa, llena de justicia, sino que hay intereses mucho más lamentables. Pero además, el nacionalismo provoca en algunos casos una cultura de la violencia y por eso cuando aquí se habla de estos fenómenos tristes que estamos padeciendo, de violencia y de crimen, de asesinato, se olvida que igual que la corrupción decíamos antes está en muchos niveles que nos parecen normales, también se olvida que cuando estamos defendiendo la identidad, podemos atacar a la frontera, a los que están al otro lado de la frontera de esa identidad que defendemos, y muchas veces la identidad se hace agrediendo al que no es idéntico. Basta leer algunas cosas del señor Sabino Arana para escandalizarse profundísimamente. Creo que una de las cosas fundamentales de una cultura de izquierdas es no promover en ningún momento la cultura del odio ni la cultura de la discriminación por afirmarse a sí mismo, porque eso además es falso, uno debe afirmarse en ideas que son comunes a los seres humanos: en la idea de solidaridad, del lenguaje, de inteligencia, de cultura, aunque sea la de que cada cultura tiene sus propios matices. ¡Pero si la cultura europea es en el fondo muy unitaria! Es verdad que frente a las pseudoculturas globales, aldeales, de la aldea global, la cultura global, es bueno poder defender parcelas pequeñas de cultura cuando nos va a invadir una cultura de la asepsia. En este sentido, el nacionalismo puede tener una veta fecunda, al cultivar cosas que han estado naciendo en un ámbito cultural determinado, pero eso no puede en absoluto irrumpir en la solidaridad, en la sociabilidad, que toda verdadera cultura, camino del siglo XXI, arrastra y lleva consigo. Por lo tanto, el tema del nacionalismo tiene en mi opinión muchos mitos absolutamente deleznables. Y uno de los mitos deleznables es el mito de la identidad… Pero si somos los mismos seres, si somos lo mismo, si el hombre es un animal que habla, decía el filósofo, ¿no? Y poco más. El hombre es capaz de crear determinadas cosas y modificar el mundo en función de ello. Pero el mito ese que huele a cera, a algo medio irracional y fanático, a mí me parece que eso es una gran mentira. Y además, muchos de los políticos que lo defienden no creen en ello, creen en cosas mucho más sustanciosas, mucho más lamentables, mucho más materiales que esos mitos que venden hacia el exterior. Y por supuesto, enganchan a los demás, porque en un momento de «pragmacia», me gusta más la palabra «pragmacia», nos encienden unos hermosos ideales. Claro que lo malo es que no suelen ser hermosos y tienen poco de ideales. El hombre tiene también esa tendencia a cultivar ciertos mitos, pero es bueno que sean mitos de solidaridad y nunca jamás mitos de discriminación. La ideología que se percibe en algunos de los escritos de los supuestos líderes nacionalistas es una ideología que no puede someterse al más mínimo criterio científico, por utilizar una palabra un poco pomposa, ni al más mínimo criterio racional. Lo que pasa es que hay intereses que mueven esas supuestas mitologías, intereses muy concretos y por cierto nada mitológicos…

https://elcuadernodigital.com/2017/10/10/emilio-lledo-dar-razon/

B

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