Transcrita: https://www.eldiario.es/politica/Podemos-fuerza-respalde-sostenga-Gobierno_0_780072720.html
Errejón apuesta por aprovechar el impulso de la ilusión generada por la salida de Mariano Rajoy y los suyos, "muy superior a la confianza que hoy representa el PSOE". Por eso, pide a su partido que opte por la "ingenuidad" y no por el "enfado". Que sea "leal" y "sostenga y empuje" al Ejecutivo de Sánchez. Siempre que elija "el camino de la transformación" porque, apunta: "Este no es el Gobierno del cambio. Es un Gobierno de transición".
Que hayamos llegado al punto de tener que explicar que las mujeres no son seres de luz:
Que se ocupen mujeres no significa que lo que vayan a hacer sea necesariamente satisfactorio. Es una transformación con independencia de su obra de gobierno. Que el Gobierno sea más o menos feminista dependerá de su obra, su legislación.
Este pequeño extracto es interesante:
¿No temen que si empujan y ayudan al Gobierno el tanto se lo anote Pedro Sánchez y en una futura contienda electoral sufran las consecuencias? ¿Cómo se hace para que eso no ocurra?
Es un riesgo. Se había instalado un clima cultural y político plomizo en España. Mucha gente que se ilusionó con la posibilidad del cambio estaba entre enfadada, defraudada y harta. Es el clima perfecto para las fuerzas conservadoras y que había permitido a Rajoy ganarnos el pulso moral durante dos años. Decía, miren ustedes yo no ofrezco nada hacia el futuro pero ustedes no son capaces de producir nada mejor que yo, así que resígnense, aguántense, bajen los brazos porque España no puede ser mejor que el Gobierno de Rajoy y el partido de la Gürtel.
Y este:
¿Qué debe evitar hacer Podemos?
Hay dos riesgos. El de ejercer un papel de estar todo el rato avisando de la posible decepción y enfadado mientras el pueblo español progresista se ilusiona; el papel permanente de 'te lo dije' que juega la izquierda tradicional. Eso te deja como una fuerza muy subalterna, que no marca rumbo sino que solo se queja. Y hay otro riesgo. El de quedar como una muleta cuyo apoyo se da por descontado por lo que siempre conduce el otro.
Hay que navegar ambos riesgos. ¿Cómo? Hay que convertirse en una fuerza no que anticipa las posibles decepciones. Si hay que pecar de ingenuos, pues se peca. Hay que marcar las cosas que se pueden hacer, demostrar que tenemos fuerza para respaldarles si se atreven a hacer los cambios necesarios y que demuestra siempre que las cosas se pueden hacer de otra manera, que hay una alternativa. Poner encima de la mesa propuestas concretas, con números, solventes, pragmáticas; se las hacemos llegar a la sociedad para decir que hoy hay fuerza para estas transformaciones. Y que mañana podríamos estar derogando la ley mordaza, que hasta Amnistía Internacional critica. Legislando contra la brecha salarial. Desbloquear la renovación de RTVE. Derogar la reforma laboral del PP y luchar contra la precariedad.
Hay que ser muy leales si el Gobierno elige el camino de la transformación.