A mí las luces navideñas me molan, pero esta batalla por ser los más exuberantes y tener las figuritas de luces más llamativas me parece excesivo y me genera hasta rechazo. Es preferible que se invierta en más actividades como mercados navideños decentes.
Además seguro que hay que contar que la empresa de turno que las monta debe tener un contrato de lujo, de duración de 6 meses que se tiran desde que empiezan a montar en octubre hasta que acaban en marzo. En Madrid lleva montándolas la misma empresa desde hace unos cuantos años, hasta el punto que huele a concurso público a dedo.