No entiendes el objetivo de la carrera, me temo. Ese objetivo es saber traducir correctamente. Y no, saber un idioma y tener filología no te convierte en un traductor. En dicha carrera, se hace tanto hincapié en las lenguas meta como en la de origen, porque, ante todo, el traductor ha de saber utilizar y comprender a la perfección su propio idioma, y pocos, más allá de los que estudian Filología Hispánica, alcanzan ese nivel de dominio del mismo. Por tanto, puedes creerme que el grado o la antigua licenciatura estaban más que bien rendidas y amortizadas con dos idiomas, por la variedad de asignaturas y la inversión constante en convertir a los estudiantes en traductores de rigor. El único pero es que no se dedica demasiado tiempo a la interpretación, pero para ser intérprete hay que tener madera y cualidades innatas (un intérprete nace, no se hace), por eso muchos masters están orientados a desarrollar esa faceta.
Por otro lado, en mi época podías elegir la combinación de idiomas que quisieras de los ofertados. No estabas obligado a coger dos porque sí. Podías elegir entre inglés, francés, alemán, árabe e italiano.
Edit:
Quiero añadir que el traductor es un "jack of all trades, master of none" en el buen sentido de la palabra, porque para traducir textos especializados has de tener, como poco, unos conocimientos básicos del tema (o bien, dedicar tiempo a investigar lo suficiente). Eso es algo clave en la carrera, y por ese motivo hay bloques o asignaturas de traducción especializada, del palo científica, médica, legal, literaria, TI, etc. Tiene más miga y complicación de lo que puede parecer. Y la carrera te da una base, pero lo normal es especializarse posteriormente con algún máster para dominar de verdad en alguna materia. Al igual que saber un idioma no es suficiente saber traducir, saber traducir, a secas, tampoco lo es para lograr traducciones especializadas 100 % perfectas.