Titulo original: Generalitat pide perdón al padre de la niña de 4 años asesinada por su madre
Titulo complementario: El padre de Yaiza, la niña asesinada por su madre: “Mi hija ha caído en el olvido”
La consellera catalana de Justicia, Lourdes Ciuró, ha pedido "disculpas en nombre de la administración" al padre de Yaiza, la niña de cuatro años asesinada por su madre en Sant Joan Despí (Barcelona) el pasado 31 de mayo, y ha llamado a no "dar la espalda" a una "realidad que, pese a ser minoritaria, sucede".
Tras la celebración de una reunión de la consellera con el padre de la menor, que ha criticado falta de apoyo de las administraciones, Ciuró ha destacado los cambios legales iniciados por el Govern para "proteger" a los menores de "cualquier tipo de violencia familiar o machista" ejercida por los progenitores, una violencia vicaria pensada en que el agresor siempre es el padre.
El pasado 30 de noviembre la Generalitat aprobó un decreto que prohíbe las visitas y la comunicación con sus hijos o hijas a los padres y madres sospechosos de haber cometido actos de violencia machista o familiar.
"Este decreto actualiza el Código Civil Catalán para que se adecue a los nuevos modelos de familia, porque esta violencia intrafamiliar se puede producir también en parejas homosexuales", ha explicado a modo de ejemplo.
Ciuró ha señalado que con el nuevo decreto se contabilizarán todas las "víctimas producidas por violencia familiar de los progenitores, ya sea familiar o machista" ya que, ha añadido, hasta ahora "solo contaba la machista".
Por su lado, Sergio, el padre de la niña asesinada, ha señalado la "falta de apoyo de las instituciones" que ha sufrido y ha denunciado que "en algunos casos ni siquiera me devolvieron la llamada".
"Enterrar a mi niña pequeña y celebrar su quinto cumpleaños ante su lápida es lo más duro que puede pasar un padre o una madre. Por ello, quiero que las personas que hayan pasado por esta situación se sientan igual de acompañadas", ha reclamado.
Ciuró ha anunciado la creación de una "oficina única" para que todas las víctimas de violencia familiar "sepan dónde se deben dirigir cuando se sienten víctimas de un delito".
La noticia que pongo aquí en castellano es de la Cope, porque no he encontrado ninguna reciente de otros medios con algo más de info que no sean dos párrafos (lo cuál es muy triste); pero una fuente un poco más larga y en plan entrevista es la complementaria que menciono al principio, el problema es que está en catalán porque viene de Rac1, pero recomiendo usar aunque sea google translate para echarle un ojo. Es bastante desgarrador el testimonio del padre.
Por si alguien no recuerda el caso, una madre asesinó a su hija de 4 años e intentó suicidarse para hacer daño al padre, dejándole una nota en la que le echaba la culpa de haber cometido el asesinato con las palabras "Porque has hecho que me quite la vida, pero vas a llorar la muerte de tu hija. La última palabra la tienes tú. Decide si la entierras o la incineras.", al parecer porque el padre estaba rehaciendo su vida después de la separación.
Esto pasó prácticamente a la vez que el caso del hijo puta que asesinó a sus dos hijas y desapareció en el mar, por lo que el caso pasó un poco "por encima", sumado al hecho de que la asesina es la madre y no el padre. Y ahí es donde quiero llegar, ese argumento/pensamiento es... completamente psicótico. Y la sociedad lo ha aceptado como algo "normal". Como muestra que incluso la propia clase política no ha tomado prácticamente ninguna medida al respecto hasta más de medio año después de los hechos, y que el pobre padre tuvo que ir a exigir al Ayuntamiento el luto, cuando cualquier ayuntamiento de España corre a ponerse la medalla de hacer "minutos de silencio" por las muertes machistas (aquí en Elche por ejemplo pasan más tiempo haciendo minutos que trabajando).
La sociedad está decidiendo activamente ignorar muertes violentas de niños dependiendo de quién sea el perpetrador. No vende periódicos decir que una madre mató a su hija por despecho, no da votos hacer que las leyes actúen sobre el núcleo familiar independientemente del sexo del agresor, no da caché sacarse fotitos o poner tweets o minutos de silencio en caso de que la víctima "no importe" porque hay otra que da más juego.
Y es que si empezamos a mercantilizar las muertes, vamos a acabar muy mal. Ignorar estos casos porque no vienen bien a la corriente ideológica de uno es de auténticos enfermos.