Te levantas con la idea de ir a unas oficinas de la administración pública. Conoces la dirección porque has estado allí con anterioridad, así que la cosa parece fácil. Sin embargo, al llegar a tu destino, tus ojos no pueden creer lo que ven: en las antiguas oficinas se encuentra ahora un gran escaparate repleto de lencería femenina
Y, en los paneles laterales, se alzan discretamente libros con títulos tan llamativos como "¿Cuál es el secreto para ser tenido en cuenta en Linkedin?", "Negocios legítimos de productos poco éticos" o "Te enseñamos las claves para encontrar un trabajo". Suena extraño, ¿verdad? Pero esto que parecería tan raro en la calle, ha ocurrido en el mundo online.
De la Comisión Nacional de la Competencia al marketing de lencería
Para entender cómo una administración pública llega a esta situación, es necesario echar la vista atrás. En el año 2007, la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) comienza a funcionar como una institución encargada de garantizar y promover la existencia de una competencia efectiva en el en el ámbito nacional, y, para difundir su actividad, crean su página web.
En el año 2013, en plena crisis económica, la CNC se disuelve como ente autónomo para integrarse en la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), donde también están la Comisión Nacional de Energía, la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones, la Comisión Nacional del Sector Postal, el Consejo Estatal de Medios Audiovisuales y el Comité de Regulación Ferroviaria y Aeroportuaria.
Este nuevo ente público nace con la idea de garantizar, preservar y promover el correcto funcionamiento, la transparencia y la existencia de una competencia efectiva en todos los mercados y sectores productivos en beneficio de los consumidores y usuarios.
Y es justo esta desaparición como ente autónomo la clave para entender cómo es posible que el dominio quede libre y a expensas de que cualquiera coloque el contenido que quiera en él. En plena crisis económica y, tras varias medidas conflictivas como bajadas salariales a funcionarios o la congelación de las pensiones, la política de austeridad del Gobierno (liderado primero por el PSOE y después por el PP) está muy presente en las administraciones públicas.
Fuentes consultadas en la CNMC confirman que es éste el principal motivo por el que se decide no renovar el dominio: "en un país golpeado por la crisis económica y los recortes, no es justificable mantener una página web de una institución que ha dejado de existir como ente independiente". Esta decisión no fue, sin embargo, fácil, ya que había que elegir entre la posibilidad de dañar la imagen de la nueva institución o ser consecuentes con las medidas tomadas en beneficio de todos los ciudadanos.
Tras un periodo transitorio, en el que la antigua URL redirige a la nueva entidad, el dominio queda liberado y, en mayo de 2017 es adquirido por un nuevo titular, que cambió por completo el rumbo de la página y su contenido. En www.cncompetencia.es destaca ahora una portada repleta de tangas de encaje que ilustran un artículo sobre el negocio de la compraventa de bragas usadas.
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