El fiscal solicitó su encarcelamiento preventivo por existir «un riesgo potencial» de que cumpliera las amenazas contra su exmujer, que no fue quien le denunció
El abogado de las tres hermanas, Francisco Miguel Reyes, conversa con R. M., una de ellas.
Manuel M. A. es un granadino que se encuentra en situación de prisión provisional desde el pasado mes de enero porque la fiscalía de Violencia sobre la Mujer apreció que existía un «riesgo potencial» de que hiciera algo a su exmujer. El hombre, que según sus hijas está gravemente enfermo y permanece en la Enfermería del Centro Penitenciario de Albolote desde su ingreso, fue conducido al penal por orden del Juzgado de Violencia sobre la Mujer 1 de la capital, tras recibir un informe forense que alertaba de que podía pasar al acto. Pero sus hijas no entienden por qué se ha encerrado a su padre, pues niegan categóricamente que sea un maltratador y han vuelto a solicitar al órgano -ya lo habían hecho y su petición fue denegada por la Audiencia- su puesta en libertad.
A Manuel, de 58 años, no lo denunció su exmujer. Está inmerso en este proceso penal a raíz de la denuncia que formuló la representante de una asociación de mujeres de Granada. Esta había tenido conocimiento de unos supuestos malos tratos psicológicos que según una de sus hijas son inexistentes. Por eso considera que su progenitor está siendo víctima de una «injusticia». La denuncia de esta asociación, que refería supuestas amenazas de muerte contra la exmujer de Manuel, se vio reforzada por el testimonio del médico de cabecera del hombre, a quien insinuó que pensaba a veces en quitarse la vida y hacer lo mismo con su mujer. Ante ello, el facultativo, del Centro de Salud del Zaidín, lo derivó por lo visto urgentemente a salud mental. El médico llegó a indicar en el documento que emitió que se trataba de un «paciente ya conocido en ese servicio, que acude con ideación autolítica -de suicidarse- y sobre todo con ideación elaborada de agresión a su mujer».
A raíz de la denuncia, la supuesta víctima fue citada en el juzgado, donde negó que hubiera sido amenazada o coaccionada para no declarar en contra de su exmarido, al tiempo que manifestó que «no» deseaba interponer denuncia ni quería una orden de protección, sólo una medida de alejamiento y que Manuel fuese ingresado en Psquiatría para ser tratado.
Este granadino está representado por el letrado Francisco Miguel Reyes, quien resalta dos puntos importantes que en su opinión hay que tener en cuenta en este caso concreto. El primero es que «para que se decrete la prisión provisional es necesario que exista una actuación previa tendente a intentar materializar ese riesgo potencial, y aquí -recalca convencido- no lo hay». La segunda es que el fiscal «dice que se ampara en el informe forense de 4 de diciembre y este informe propone una medida de alejamiento y no el ingreso en prisión». A su juicio, Manuel «no ha cometido ningún delito» como para adoptar una medida tan drástica como es privarle de libertad.
Tanto el letrado como las hijas de este preso -fue una de ellas la que contactó con este periódico y asegura que actúa en nombre de las tres- ponen de relieve el último informe psicológico forense emitido sobre su padre. En este documento, fechado el pasado 15 de marzo, ya aportado al juzgado y al que este diario ha tenido acceso, se concluye que en el proceso de evaluación realizado a Manuel «no se detectan indicadores compatibles con un proceso de maltrato».
Sobre la peligrosidad
El informe en cuestión, al que se aferran sus hijas para reclamar que Manuel sea excarcelado, concluye asimismo que «actualmente, el estado de la relación entre ambos miembros -el encausado y su exmujer-, el apoyo familiar percibido por el denunciado y constatado y con todas las precauciones que se deben tener para este tipo de pronósticos no orienta a indicadores de peligrosidad en el denunciado».
Su exmujer, de su parte
En el último escrito presentado por su letrado, que está fechado el 20 de marzo, se pone de relieve que la propia exmujer del encausado describe a su pareja como una persona que le tienen «un gran afecto», asegura que existe un «gran entendimiento entre ambos» y llega a manifestar, durante la entrevista con los psicólogos, que no entiende «cómo se ha podido llegar a este punto de denuncia y de alarma». La defensa enfatiza asimismo que ha habido un cambio «sustancial» en los síntomas psíquicos de su cliente, pues han desaparecido, según sostiene, las «ideas de contenido alucinatorio» y «existe una notable mejoría psíquica en el momento actual».
La causa, según las fuentes judiciales consultadas por este diario, ya ha pasado a procedimiento abreviado, de modo que se encuentra a las puertas de juicio. El teléfono contra el maltrato es el 016.
http://www.ideal.es/granada/hijas-granadino-preso-20180422021501-ntvo.html