#1 Te explico un poco mi caso:
Mi padre murió en las Navidades del 2017 debido a un cáncer de pulmón diagnosticado dos meses antes; todo muy rápido y sin apenas darnos tiempo a asimilarlo. Apenas tenía 58 años y llevaba toda la vida fumando. Había tenido varios efisemas pulmonares y padecía EPOC; así que era algo que yo alguna vez sospechaba que podía pasar (no lo justifico, pero unos pulmones tan dañado a los cuales sigues echando tabaco tarde o temprano dirán basta).
Tras su muerte y durante unos meses pude llevarlo bien (dentro de lo que cabe). Pero allá por Marzo del año siguiente (2018) y tras alguna mala postura, me levanté un día con dolor en el pecho. ''Apoyándome'' un poco en lo que había pasado con la muerte de mi padre, empecé a pensar en que podía tener cáncer de pulmón. Buscaba en internet y tenía síntomas similares y, aunque no soy fumador, puede ''tocarte'' perfectamente. Llegué a comprarme un pulsioximetro para ver mis niveles de saturación. Durante semanas estuve con ansiedad prácticamente a todas horas hasta pensando en que me podía ir a la mierda e imaginándome ingresado en el hospital igual que mi padre.
Al estar por la privada (cosa que a mi me viene genial) las pruebas te las hacen en muy poco tiempo, y en apenas unas semanas tenía echas varias pruebas torácicas (un TAC por ejemplo, que descarta la gran mayoría de cosas). Aunque me quedé tranquilo, el siguiente mes experimenté dolores de barriga (totalmente psicosomáticos) continuados, por lo que empecé a pensar que tenía cáncer de colón o estómago.
Miraba mis heces a diario, me informaba en internet sobre sintomatología de las enfermedades que te comento... ansiedad y estrés de nuevo que lo único que hacía era empeorar mis síntomas, que son totalmente mentales (el dolor realmente no estás ahí si no que te lo produce la mente). Cada mes como el que dice tenía un cáncer nuevo porque experimentaba algún síntoma en alguna zona.
En mi caso empecé a mejorar al tomar cada noche unas pastilla de melatonina + triptófano. Me ayudaban a dormir y aunque no anulaban los pensamientos negativos, si que los mitigaba bastante, llegando a pensar durante el día muy poco en estos temas. Poco a poco fui levantándome cada mañana sin pensar continuamente en 'que me dolía hoy' y con el tiempo lo tengo medio superado.
Es difícil, no te lo voy a negar, pues no pasa un mes en el que algún cliente que tengo en el trabajo le hayan diagnosticado cáncer, lo que conlleva volver a recaer en estos pensamientos (igual que si lees alguna noticia por internet, sobretodo cuando afecta gente joven).
Aunque te lo habrán dicho cientos de veces, si te tiene que tocar un día te tocará, y si no logras salir, te habrás tirado media vida pensando mal y amargándote y entonces será demasiado tarde. Intenta cuidarte, intenta disfrutar cada día y pensar lo menos posible, si algo malo te tiene que pasar, te pasará.