El hombre había planificado una "canita al aire", pues pensaría que su esposa nunca se enteraría de ese "momento de relax" para un trabajador.
Con algún dinero dispuesto para tomarse unas pintas y gastarlo en placer, se dirigió hacia el prostíbulo. ¿Qué podría elegir? Una rubia, una morena, no importaba.
Ya en el lugar, su sorpresa fue mayúscula cuando entre las "candidatas" estaba su amada esposa, que no trabajaba en la tienda de un pueblo cercano, como él tenía entendido, sino que era parte del plantel de señoritas del burdel.
El diario polaco Super Express, relata que la mujer confesó ante su marido que trabajaba en el lugar para ganarse un dinero extra.
"Pensé que estaba soñando", ha declarado el hombre tras descubrir la verdadera ocupación de su esposa.
La pareja ha anunciado la decisión de divorciarse tras 14 años de matrimonio, aunque no han aclarado a los medios de prensa si es por la mentira de ella o el intento de infidelidad de él.