Es el cibercriminal más buscado del mundo: el FBI ofrece tres millones de dólares por su captura (2,8 millones de euros), la mayor recompensa por delitos de este tipo. Se trata de Evgeniy M. Bogachev, un pirata informático ruso de 33 años que llegó a controlar más de un millón de ordenadores en todo el mundo. Según The New York Times, lejos de esconderse, vive a cuerpo de rey en Anapa, una pequeña ciudad turística del sur de Rusia. Y es un fanático de los felinos. Tanto que tiene como mascota a un gato de bengala y su prenda favorita es un pijama con estampado de leopardo.
Bogachev tiene un gran apartamento en Anapa, cerca de la costa. Se estima que tiene otro en Moscú y una importante colección de coches de lujo, aunque Bogachev parece decantarse normalmente por su Jeep Grand Cherokee cuyo precio en España, en su versión más básica, ronda los 45.000 euros. Además, según un oficial ucraniano citado por The New York Times, Bogachev tiene una flota de coches repartida por toda Europa solo para no tener que alquilar ningún vehículo mientras está de vacaciones. El hacker solía tomarse unos días, sin problema alguno, en uno de los dos chalets que poseía en Francia y viajar con alguno de los tres pasaportes rusos que disponía para trasladarse con libertad.
Y por si prefiriese el mar a la carretera, el cibercriminal más buscado también posee un yate. En él aparece luciendo torso y reloj en otra de las fotografías que se tienen de Bogachev. Según investigadores estadounidenses, al hacker le gusta mucho navegar. Aunque debido al protagonismo del que se ha hecho merecedor desde que el FBI lo tuviera en su punto de mira, el ruso lo tiene mucho más difícil para salir de su país. No olvidemos que Rusia no tiene acuerdo de extradición con Estados Unidos.
Precisamente por el estilo de vida de Bogachev y el hecho de que siga en libertad es “el argumento más poderoso” de que el hacker es un activo del gobierno ruso, afirma a The New York Times el agente especial del FBI Austin Berglas. Algo muy significativo en un momento en el que se investiga al espionaje ruso por su implicación en las elecciones estadounidenses, especialmente por el nivel de sofisticación de las técnicas de Bogachev. "La red que utilizaba Bogachev junto a su software es una de las más sofisticadas y dañinas que hemos conocido", explicó el director adjunto del FBI, Robert Anderson.
Gracias a este sistema, Bogachev ha podido hacerse con más de 100 millones de dólares (unos 94 millones de euros).